Mi cumpleaños 23

Primero lo primero. Agradezco a quienes se acordaron de mi cumpleaños antes y el día adecuado en horas adecuadas. El 24 según iríamos al Sierra madre. No fuimos. La banda se abrió.

Segundo. Agradezco a quienes los servidores de redes sociales les recordaron y me felicitaron por cualquier medio :D en tiempo y forma.

Segundo B. Agradezco a quienes les dije yo (porque me llevo poco con ellos y por ende no tendrían por qué saber mi fecha de cumpleaños) y me felicitaron en tiempo y forma y aún más a quienes me dijeron "No mames, vente para acá si cumples años, ahí vemos qué hacemos". Ja.

Segundo C. Agradezco a quienes acudieron al festejo el lunes 26 de mayo, sobre todo porque fue bastante repentino. Le dije a quienes vi y a quienes vi conectados ese día. A los amabilísimos jóvenes con quienes pasé un rato el 25 les dije, pero no llegaron porque al parecer nadie de ellos tenía mi celular. Ja.

Tercero. Agradezco a los servidores que me mandaron felicitaciones. Ja.

Cuarto. En general compré una serie de boletos con rumbo a la chingada para varias personas. Este año me salió caro, a la otra debería rentar una van con un chofer. Algunos, los más ojetes, hacen escala en Lamierda, creo que eso queda un poco más cerca, pero hacer escalas siempre empeora los viajes.

(para las siguientes, quedan de lado quienes SÉ que tienen pésima, pero pésima memoria, que no saben el número de teléfono de su casa y cosas así).
Asúmase que la ruta es Monterrey-Lamierda-La Chingada.

1. Todos mis amigos "más cercanos" (que conozco de más de uno o dos semestres) que no se acordaron, tienen boleto a la mierda.
1b. Mis amigos "más cercanos" que no se acordaron, pero que no me sacaron alguna excusa pendeja (o me sacaron una excusa honesta) tienen boleto a la mierda.
2. Todos mis amigos "más cercanos" que no se acordaron (en tiempo) y que, además me sacaron alguna excusa pendeja, tienen boleto sin escalas a la chingada.
3. Todos mis amigos "más cercanos" que me vieron ese día, no se acordaron (en tiempo) y además me sacaron alguna excusa de primaria, tienen boleto con escalas.
4. Todos mis amigos "más cercanos" a quienes haya visto el 26, les haya dicho y no fueron, tienen boleto con escalas.

No olviden pasar por ellos.
Sí, una jodida Van.
Ahí me cuentan en el regreso cómo les fue.

Te lo Tomas muy a Pecho
Mi hermana me dijo que me lo tomo muy a pecho. Creo que el problema no fue tanto el pasármela solo o casi solo, sino que mucha (no, más bien tooooda) la gente que conozco de tiempos más remotos que esperaba que se comunicara, no lo hizo. Y me pongo a pensar: ¿es que soy lo suficientemente tarado o distraído como para seguir eligiendo mal a la gente en quienes deposito gran confianza? No sería tanto su culpa, sino la mía. Creo que cuando toda esta gente festeja y yo les felicito, también tengo cosas que hacer, ocupaciones que pasan por mi cabeza y que en ocasiones no son pocas. Quizá todos somos egoístas y parte de ese egoísmo es lo que nos hace animales. Quizá manifestamos nuestro egoísmo o desinterés por la gente de diferentes maneras, simplemente y, lo que a mí me parece una aberración, a otros les parezca una estupidez y viceversa. Y bueno, creo que lo peor es que me saquen excusas de primaria: que juraba que era mañana, que tengo muchas cosas en la cabeza, que no sabía, que ¿25 fue ayer?, que no tenía saldo, que se me olvidó pero aunque suene raro..., que sí me acordé pero (cualquier mamada). Quizá yo también soy egoísta al esperar tener una posición al menos tan importante como la que ellos tienen.

En fin, Feliz cumpleaños "y váyanse todos a la concha de su madre".

Después del domingo, me valió queso y todo sigue normal, creo, pero ps concluyo que todos mis amigos más conocidos, son una bola de mierdas. ja. Ni pedo, así habrá que vivir con ellos.

26 de Mayo
El 26 de Mayo, de modo medio repentino, medio empezamos a quedar de ir a festejar mi cumpleaños. La pasé bien. Agradezco mucho a los que fueron. Los que no (y no tienen excusa razonable): PUTOS (y recuerden pasar a recoger su boleto :P ). Memorabilísimo el hecho de que Jaime no sacara los cupones a tiempo y no pidiéramos las cosas en parejas.

Inician mis últimas vacaciones largas. Inician en Regiotitlán.

Pues bien, fue el día en que presentaría mi examen de Evaluación de Proyectos, para el que estudié ordenadamente dos días antes. El fin de semana anterior ayudé a una amiga/conocida de comunicación con una tarea.

Genialidad
El martes 6 fui a correr 8 Km. Lo que nunca, para ver si me ganaba puntos en Evaluación de proyectos. Todo iba más o menos bien hasta que me equivoqué de camino y llegué veinte minutos tarde al final :(, ni pedo. Corrí 10.5 Km y ya no vi al profe. Corrí medio en vano. Llegando le escribí.

El Examen de Evaluación de Proyectos
Lo catalogué como el examen más complicado no porque fuera difícil, sino que era la única materia que acaso podía reprobar, si me iba muuuy mal en el examen. Aunque igual era difícil que me fuera tan mal.

Llegué al examen. El profe no llegó. Mandó un enviado y sacó la propuesta: puedes exentar con 80. Lo pensé y lo pensé, pero al final lo tomé. Me sentí mediocre, pero a la larga, creo que pudo ser bueno. Menos presión y la diferencia en puntos no era muy grande en el caso que sacara 100. El 80 que firmé fue firmar 80 en el examen, creo que ahí es donde, por ser un cerdo ambicioso, me siento medio incómodo. Ahora ya no hace diferencia. Tengo mi título a mi derecha.

Después del Examen de Evaluación
Saliendo de mi examen, me sentí graduado y libre, pese a que aún faltaban 2 materias por saber, pero en esa libertad había algo así como vacío. Tenía que hablar con alguien y no había nadie. En algún punto me encontré a un cuate con el que me puse a platicar largo y tendido. De hecho, cuando salí, le hablé a un amigo, pero él estaba presentando un trabajo. Fui y me senté en los muebles morados de la biblioteca a ver el techo, a dejar que se fuera la presión y que pasara el pasmo. En una de esas, debo admitir que por cerdo reconocí a una amiga/conocida. Andaba yo viendo al techo y en una de esas vi a una chica bajar con una minifalda azul y pensé "oh, qué bonitas piernas", viendo el conjunto dije "oh, podría ser _ " (el podría ser es por una especie de ejercicio bizarro que practico cuando no tengo los lentes o no estoy poniendo atención en algo: al ver pasar a la gente, por su porte y facha, un desconocido puede pasar por gente que conozco, luego pongo atención porque en esas luego sí es gente que conozco). Llamé a la amiga/conocida y le pregunté "oye, ¿estás vestida de rosa?", "simón" (con otras palabras), "y acabas de pasar por la biblioteca, ¿verdad?", "simón", "no mames, te acabo de ver". Acordamos ir a algún lado. "Ahí aguántame". Yo quería platicar con alguien. Por suerte se apareció el buen Gerardo y pues me puse a platicar laaaaaaargo y tendido con él. De repente apareció la susodicha amiga/conocida y pues ya, nos fuimos. Fue el día que fui al cine y dejé mi mochila en el guardarropa.

Saliendo regresamos a la escuela y pues regresamos al cine por mi mochila. Fui a mi casa.

Antes de mi Cumpleaños
Esta amiga/conocida me propuso ir al marco un día. Fuimos. Estuvo chido. Tenía mucho que no iba al marco. Tenía la intención de ir en algún punto de mis vacaciones. Remedios Varo es la neta, ¿será pariente de Tomás? (ja, chiste malo). Fuimos un miércoles, en que es gratis el museo.

El sábado anterior, fui al cine con otra amiga/conocida. Vi Ironman. Dominguera. Vale la pena. Después, en la noche, me fui al Café Iguana. Me la pasé bien. La amiga/conocida es buena gente, en sí, prácticamente no la conocía. Ja.

Después no hice mucho más. Me dediqué a bajar y ver películas. Ir al centro a buscar zapatos negros, ir al centro a pendejear, ir al café iguana los jueves y sábado.

En algún punto del tiempo, sé que la banda del italian coffee, el lugar donde trabajaré, me llevó al festejo de su aniversario. Comí como rey y conocí al jefe de jefes, un tipazo, por cierto. En otro punto del tiempo, fui a firmar mi contrato laboral con la empresa. El mismo día que fuimos a comer a Santiago por el festejo, compré una matraca enorme, según yo para usarla en las graduaciones.

¿Y las otras dos materias?
Oh, es cierto. El profe de emprendedores buenamente me puso 92 de promedio final.

En proyecto integrador la entrega, el día 20 de mayo, fue un desmadre. Me levanté a tiempo. Llegamos a tiempo. Éramos el último equipo, de modo que nos daba tiempo de imprimir y corregir algunas cosas si era necesario. Nos fuimos a imprimir y corregir lo necesario. Genialidad: la noche anterior terminé el documento, pero olvidé subir la última versión. Ja. Tuve que regresar a mi casa a subirlo. En lo que fui, resultó que dos integrantes del equipo pasaron a exponer (no tendrían por qué haber estado en el salón) y pues ya yo le avisé a arturo, para que fueran a la exposición. Cuando llegué, ya estaba acabando. Al final salí con 95 en la materia.

¿Y luego?
Seguí bajando películas, yendo al centro a pendejear, fui al mune y así. A la escuela no recuerdo a qué, a algún trámite, probablemente al iguana. Un día fuimos al café iguana y luego al Antrópolis. Qué chistoso está el Antrópolis. Está medio nocivo pero divertido, claro que a las 4 de la mañana y con sueño no es igual. Ja.

En algún punto del tiempo, el lunes 20, creo, el mismo día que presentamos el proyecto integrador, fue la fiesta de integración. Fui. Estuvo simpática.

Y llegó la Fiesta de Graduación (de Néstor y Emmanuel)
Néstor incumplió su promesa: Me dijo que habría mucho de dos de tres cosas que no me gustan. Cumplió en que estaba lleeeeeeno de vatos (cosa 1 que no me gusta), pero incumplió en que habría muuuuuucho alcohol. Como estaba con gente que andaba chupando, nos fuimos Daniel Connant y yo con Javierín.

Por cierto, ese día acudí a ver la nueva película de Indiana Jones con Arturo, para matar el tiempo entre las 6 y las 9 que era cuando empezaría la fiesta.

El 24 no recuerdo haber hecho nada. Probablemente lo mismo: ir al centro a caminar para perder el tiempo.

El 25 de Mayo
Prácticamente no hice nada. En la mañana una amiga/conocida vino a dejarme unas pertenencias de una amiga chilanga que en algún punto del tiempo vendrá a Monterrey. En algún punto del día le dije a un cuate "oye, es mi cumpleaños" y se alarmó de que no estuviera haciendo nada y no pensara hacerlo. Me invitó a que estuviera con ellos. En algún momento me sentí muy cansado y además mi amiga/conocida me dijo "bueno, ahí al rato hacemos algo (primero era ir a comer y luego era más tarde, por x, y o z)" y le creí, me regresé a mi casa y me dormí un ratoooote. Al despertar, noté que no haría nada, y que había hipotecado una tarde agradable con gente agradable por algo que se basó en una extraña fe que tengo en la gente que aprecio mucho pese a que una parte de mí sepa siempre que es una fe sin bases. En fin. En la noche la misma gente agradabilísima del mediodía me invitó a cenar a su casa. Fui y me la pasé a toda madre. En la ruta, como la vida es rara, vi de lejos a la amiga/conocida. Ja.

En general, hablaré con más detalle de mi cumpleaños en otra entrada.

Flamingos

En general solía decir que los discos que tengo los tengo porque me gustan mucho todos (quizá exceptuaría "sepia, blanco y negro") y es cierto, pero Flamingos tiene algo diferente. Si lo oigo de malas, se me quita, si lo oigo triste, se me quita, si lo oigo feliz sólo lo disfruto.

Me atrevo a decir que, la música que oí en mi vida universitaria tiene un gran componente de Flamingos y Héroes del silencio, por encima incluso de Café Tacuba, Soda Stéreo o cualquier otra cosa.

Flamingos lo adquirí en prepa, en Xalapa y de casualidad.

De hecho, tenía mucho que no oía flamingos. El otro día me acordé de ese disco y me sentía medio tristón y fue que pensé "Flamingos me servía para esos casos" y así fue. Y así es en este momento.

Quién lo diría.

Genialidad

Pues fui al cine el 9 de mayo, el día que me gradué, y dejé la mochila en el guardarropa. Sí, así es, salí del cine y al regresar a la escuela nos pusimos a platicar de cualquier madre. En una de esas, recordé que un cuate me prestó una calculadora "fresa" y recordé que yo la llevaba para hacer el examen de evaluación de proyectos, y recordé que llevaba una mochila al examen, y ¡PUTA MADRE! que había dejado la mochila en el guardarropa. Creeeo que llegamos al cine a buscarla 2 horas después de que habíamos salido. Realmente no pasa nada, digo, no se iba a perder nada. De ahí que invariablemente, al entrar a un lugar donde estaré mucho rato, si llevo mochila, meta mi pierna en un asa para no olvidarla.

Memorias Escolares 2

Creo que acá no tuve muchas jornadas realmente heroicas. Llevé materias terminales y tópicos. Recuerdo sólo haber hecho trabajos en equipo en sistemas inteligentes, en verificación, en ingeniería de requerimientos y en proyecto integrador.

Quizá lo más pesado fueron las ocasiones de traductores pues lo dejé al final y pues eso no es chido. El Javerín me ayudó en el último punto y ya. Salió. En proyecto integrador trabajamos ordenadamente o de modo (más o menos) organizado y siguiendo los lineamientos del curso, que permitió que aunque entregamos algo relativamente incompleto, por el trabajo y las evidencias no se podía decir nada muy malo. Ayudar en traductores mientras pude quizá fue también algo memorable. Al final ya sólo me la pasaba bien, porque en parte ya no me acordaba y en parte había cosas que yo no hice porque no eran requisitos específicos. Ja.

Quizá recordaré en el futuro los días previos a mi examen final de Evaluación de Proyectos, y el día del examen con más gusto o más desprecio. Dependerá de mi humor, supongo. Creo que sólo para los finales de sistemas inteligentes y quizá traductores había estudiado tanto como lo hice, quizá hasta un poco menos, además que para evaluación fue de modo ordenado. Lo consideré el examen más complicado a este punto, no tanto porque fuera a estar muy difícil (que no creo que lo haya estado) sino por lo que envolvía: era la única materia en que existía alguna breve posibilidad de no armarla y pues todo lo que acarrearía no armarla. Al final nos dieron la opción de exentar. A las 2:45 del viernes 9 de mayo de 2007 yo me daba por graduado. Fue una sensación extraña, me sentí medio vacío por el espacio que dejé de ocupar, ¿qué haría con ese tiempo?, ¿fue correcto firmar la exención? El tiempo lo usé para ir al cine. La exención no lo es desde mi lado ambicioso, pero desde el racional, lo es: esa calificación no afectó en lo más mínimo en mi puntaje final de la carrera, representaba +/-0.09/100, la cuestión era quizá que quería ver cuánto había funcionado mi estudio. Lo mejor fue dejar de pensar en eso. Saliendo quería hablar con alguien, había sido como una explosión rara. Llamé a un cuate, pero estaba en una presentación final. Entonces decidí irme a la biblioteca escolar a sentarme y dejar que la paz llegara sola. Me senté a ver el techo en un comodísimo mueble morado, en ese lapso vi a una amiga/conocida y acordé ir al cine con ella. Me encontré después a un cuate y me puse a platicar largo rato con él.

Me fui al cine. Ese día se va a guardar en mi memoria mucho tiempo. Ese día me gradué. Aún me quedaban dos materias, pero por aquellas no había problema.

También de acá recordaré quizá mi clase de valores y a mi equipo, a quienes dudo ver de nuevo en el futuro y las pocas veces que nos reunimos a hacer los trabajos. La ida al orfanato igual estará en el futuro.

De ingeniería de requerimientos quizá recuerde mis prácticas. En aquellas mi compañera de equipo habrá conocido mi extraña e indisciplinada manera de trabajar: la cuestión es hacer que la rata ande. Simplemente había días en que como suele pasar, nada más no salían las cosas como por falta de ganas, hasta que en una de esas algo detonaba el trabajo y la verborrea salía automáticamente, y por ende la actividad.

¡Mierda!, mi recámara está desordenada

Quizá, sólo quizá, debiste visitar a tu profesor en lugar de sentarte a esperar para darle las llaves a esta gente. Entran a tu casa, hurgan con todas sus manos, abren tus más preciados cajones y desordenan cada uno de estos de modo que pareciera premeditado. Quizá simplemente no se dan cuenta, como los perros que tiran las esferitas de vidrio del árbol de navidad cuando pasan junto a él.

¿Que si he estado en un punto en que creo que mi recámara no puede estar más desordenada? Claro que lo he estado, miles de veces, pero invariablemente puede perder un poco más el orden. Quizá no sean cambios notorios y agregar sólo un calcetín a la cuenta de los que están en el piso no genera mucho más, pero siendo estrictos, sí crea más caos. Quizá, sólo quizá, no debí ponerme a pendejear a esa hora y debí irme cuando pretendí, en lugar de distraerme con naderías: al final eso hizo que los tiempos convergieran. Sí, y cuando me fui, regresaron y tiraron no sólo uno, sino dos calcetines más al piso, o tres, o cuatro, o infinitos. No los conté y sigo sin hacerlo y siguen ahí, y me siguen mirando esperando que los cuente, y sigo ignorándolos pretendiendo que no están ahí. Días hay en que me despierto y son menos, días hay en que me despierto y son más. Me tapo un costado de la cara y ya no están, pero sé que están, y los siento como un chicle pegado en mi nuca, que repiquetea de cuando en cuando y no parece querer detenerse.

¿Y estás bien? Estoy bien, de buen humor*, contento*, que no es lo mismo que estar de buen humor o contento. Como si tuviera un pendiente y no lo tengo, o lo tengo y no lo tengo, o lo tengo porque pretendo tenerlo y ahí está en mi nuca, repiquetea. No, no es en la nuca, es por la nuca, un poco hacia la derecha, ahí, ahí, justo a la derecha de la convergencia entre músculo derecho del cuello y el cráneo. No está ahí, pero me gusta pensar que es ahí, así es más fácil señalarlo, como las imágenes sacras. Tener una representación a fin de que no sea algo abstracto.

Se acaba el tiempo y no ordeno mi recámara. Flamingos siempre ayuda a ordenar mi recámara. Quizá no debí prestar mis llaves y mantener el hermetismo de mi habitación.

¿Realmente es tan malo el desorden?

(mi hogar está más limpio de lo que ha estado en mucho, por cierto).

Luna

Vi la luna llena amarilla de ayer. Siempre la luna ilumina. Cuando los faroles están prendidos, la luna sólo adorna. Cuando los faroles se apagan, sólo la luna nos alumbra la ruta.

Dos Sueños

Pues antes de seguir escribiendo madres nostálgicas, voy a anotar dos sueños que aún recuerdo (o medio recuerdo) y que me parecieron raros. Creo que el que soñé de ayer para hoy también era medio interesante, pero no lo recuerdo. Además quizá no era raro.

1
El miércoles (o martes), uno de mis sueños tenía que ver con que yo estaba yendo a algún lado y había un río. Por alguna razón se me ocurrió que era buena idea nadar a la otra orilla. O creo que iba en un transporte aéreo y nos dijeron que nos tiráramos al río (era más fácil así que brincar a tierra o cruzar) pues ya, yo bien confiado agarré y me tiré al río. El agua estaba fresca, un poco fría para mi gusto, pero con el calor estaba bien. Era como entrar a un nacimiento de agua (como los que hay por todo el rumbo de orizaba), pero con la diferencia de que había un calor jodido. En fin, me tiré y pues empecé a nadar. El problema fue que por alguna razón nadie notó los cocodrilos inmensos que habían en el río. Eran como cocodrilos prehistóricos, inmensos. Más chistoso aún es que gran parte de su lomo estaba por afuera y aun así nadie los había visto. El caso es que ya que estaba ahí nadando los vi y noté que uno me notó y pues disimulé y él no avanzó hacia mí. Cuando noté que de nuevo pajareaba, yo empecé a nadar hacia la orilla más o menos rápido, cuando empecé a nadar, el cocodrilo empezó a acecharme lentamente y pues yo lo notaba y le metía o disimulaba. No recuerdo haberme angustiado. Creo que al final salí del agua y ya el cocodrilo no salió o intentó morderme pero se la peló.

2
Aún más raro: sépase que jamás he fumado ni intentado fumar. Sépase igual que jamás he consumido droga alguna, ni para probarla. En este sueño, alguien me ofrecía un cigarro común y corriente y decidía probarlo. En ese punto, me pesaban las extremidades y sentía paz, quien me ofrecía el cigarro me veía y yo le decía que como que parecía que me había hecho un efecto diferente (todos al fumar fumaban como si nada) y yo obtenía un efecto similar al que se dice de la heroína. Fue raro, sobre todo porque en esos días, al contrario de tranquilidad, había algo de tensión por algún examen, y porque la sensación de la heroína la leí hace ya bastante y al momento no soñé nada similar.

Memorias Escolares 1 (o a Punto de Terminar 1 (que es laaargo, pero todo habla más o menos de lo mismo; para las nenas tiene subtemas :P))

Pues el cuento está por acabarse y creo que debo anotar algunas cosas. Tengo toda la noche para desvelarme estudiando, pero poco tiempo de inspiración y ganas de anotar. Empiezo recordando aquella frase que nos dijo Alejandro Torres Beristain, quizá no muy acertada pero de la que siempre recordaré la esencia, el día que salimos y presentamos Poética de la muerte: "Háganlo con todas sus ganas, disfrútenlo. El día que terminen la carrera y tomen su título lo que más van a recordar van a ser aquellas ocasiones en que participaron con DAE." En aquel momento pensé "mmmmm, no creo, quizá me acuerde igual." Es curioso pensar que él era sólo el suplente de Pina en ese momento, pues ella andaba en un curso en Madrid, pero que después yo le agradecí infinitamente, pues era un tipo que motivaba un poco más a permanecer en la clase de teatro. Se diga lo que se diga, a mí me pareció un tipazo desde entonces y hasta el día en que nos aconsejó una manera de salir del campus, cuando terminamos el primer semestre en que las cosas no andaban tan bien, pero eso irá más adelante. (supongo que empezaré por DAE porque por ahí empezó la frase)

DAE
Cierto, recuerdo incluso parte de mi diálogo en poética de la muerte, de noviembre de 2003, era un fragmento de un poema de Octavio Paz: "has muerto camarada/ en el ardiente amanecer del mundo, y brotan de tu muerte tu mirada, tu traje azul, tu rostro sorprendido entre la pólvora, tus manos, sin violines ni fusiles, ... quietas. Has muerto, camarada, irremediablemente has muerto. ¿Qué --- algo... (y seguía hasta el final de la primera estrofa, al menos). Luego decía otra línea y ya. Recuerdo los ensayos de "El maíz en la casa" y recuerdo un día que por una u otra razón Pina me dio mucha risa y no podía parar de reírme. La mujer se enojaba más y más y yo me reía más y más.

Recuerdo lo que pensaba al elegir teatro y francés, recuerdo a Sonia, la maestra Tunecina de francés, que era guapísima: Lino iba sólo por ver a la maestra, según me ha dicho el Barbas. Recuerdo que se suponía que en "El maíz en la casa" yo besaría a una chica y yo tenía una novia celosísima y además la chica me parecía guapa. De uno u otro modo, yo le tenía que decir algún día. Sin embargo no fue necesario, me salí de teatro al semestre siguiente y jamás besé a Y.,dag (no recuerdo su nombre, pero empezaba con Y y estudiaba CPF), no fue tan divertido después de todo. Me molestó el hecho de que la maestra se pusiera roñosa con que teníamos que ir a diario.

Recuerdo también en esas cuestiones mi audición para el Tec Idol: "¿qué canto?", "Lo que sea, las mañanitas" "nel, tampoco exageres" y pues ya, el puñal y el corazón. La sorpresa de quedar, los ensayos, los compañeros, las presentaciones, la maestra, las emputadas que se pegó la maestra conmigo por aquella cuestión del ritmo, entonces y después cuando estuve en el coro; Penélope, el último ensayo de Penélope, que nunca supe bien qué diablos decíamos antes de salir a cantar (o a actuar en su momento): "que todos los santos del cielo sgskgañlk (¿nos cuiden?) y nos vaya a todísima madre.", por lo que en ocasiones dije "... cielo gñalskañslgkasñl y nos vaya a todísima madre." o "... cielo se vayan a %#?! a su madre." porque era una métrica similar. Californication: tiré el pedestal a propósito. Luis me grabó y aún no veo la grabación. No me salió chida en algunas partes. Afuera: no hay rastro. Creo que no estuvo bien lo que hice en el solo. La otra canción: de la mierda, incluso cuando hacía un ratito me salió bien cuando la ensayé con Andrea. El coraje que me dio cuando me descubrí chamaqueado (siempre, siempre hay que estar a las vivas). La porra, que me defraudó en la final :(. Putos. Pau*ino felicitándome, Tin*ccio igual en algún punto del concurso. El día que grabamos y que aún el Zam no me da mis discos. La reemputada que me pegué el día del ensayo del primer concierto (sólo iba a ser uno y el Zam había desaparecido). "No maestra, eso no me dice nada (sobre que me marcaba el ritmo)." Lupita diciéndonos a todos: "esa está bien padre, yo debería cantar esa". La maestra proponiéndome "la célula que explota", como que a ella le encantaba esa canción, pero es muy alta. Si no, sí. La arrogancia de Lupita, el día que nos dijeron que era al aire libre. Recuerdo a Melisa, la novia de Fabre (o a sus amigas) en primera fila el día de la final. Recuerdo que como quiera sí me puse más nervioso cuando vi a mi papá y a Ángeles. Recuerdo que estuvieron Kart y Nahat (creo), creo que Luis ya no llegó a tiempo, pero no estoy seguro. Creo que era martes :P. La multitud, las desordenadas urnas, Javierín rompiendo en dos y cuatro los papeles para anotar mi nombre.

El coro. La aventura del coro: ya encaminado ps qué queda, sentí que debía quedarme en el coro porque me gustó cantar, aun mal.

Sitti hum nGonyama. Creo que esa fue la primera que practicamos y cantamos. No recuerdo cuándo fue la primera vez que cantamos en público como coro. Volaré, Color Esperanza, Es por Ti, Persiana Americana (jamás me dio la jodida voz), las de la mulata (no recuerdo sus nombres), Les Rois du Monde, A mi Manera, Sueña, I Believe in You, otra que no cantamos pero que también cantó il Divo en algún momento. El repertorio era corto, pero no nos presentamos muchas veces. Fue sólo un semestre. El arraigo: el coro me hizo pensarla, al semestre siguiente hubo más apoyo o lo habría, de haberme quedado, creo que me tocaba Sueña en el disco que se grabaría (no sé si se grabó).

El festival de las artes, la(s) presentación(es) en el teatro (no recuerdo si fue una o dos), una presentación en el puerto (azul ref*ex) donde fui el único varón, la graduación: ese día, pese a que mi micrófono no jaló, lo disfruté quizá más que en las demás, era mi última y nos salió increíble. Todos salimos felices, no hubo lamentos. Vi a mis amigos que se graduaban y los vi conmovidos, además, aunque lo pudieran negar. Extraño mucho eso del otro campus, cantar en público, con práctica y con base en ejercicios.

La maestra "Eva" (su nombre no es Eva), que muchas veces se molestó porque sentía que echaba a juego el coro y pues es que básicamente era el hecho de que todos estaban como aplastados a veces o el humor de todos los del coro no era siempre como el mío: más burlón, medio irreverente y en ocasiones negro: había quienes le temían a Eva :S. Los ensayos en que nos decía "váyanse y apréndanse esta canción en 20 minutos". Cada integrante del coro, que era pequeño. Irazema, por cierto, me recordaba un poco a mi hermana, creo que porque tenía un chingo de cabello y ondulado y ya: "¡No cierres los ojos al cantar!"

La sensación de bajar del escenario, de estar arriba y los nervios antes de subir.

Los Congresos
De ellos no puedo decir mucho, sólo que preparar las computadoras para el concurso siempre fue una aventura. Lo hacíamos para entrar gratis al concurso, aunque con el tiempo fue divertido ayudar en otras cosas, por pequeñas que fueran. Cuando menos levantar pránganas de la puerta del CADE. Recuerdo que en el último cargué un montón de sillas, logré que como 2 huevones se pararan y ayudaran en algo un poco contra su voluntad. En el otro me valió queso, creo. Creo que sólo estuve de edecán en un taller y pusimos a tono las computadoras. El equipo: Javierín y el Duro. Jamás ensayamos nada. La transa del otro equipo. Todas las juntas a las que fui sólo porque siempre me parecieron divertidas: nunca llegaban a nada. Recuerdo que en la última a la que fui a Viviana no le pareció algo que dije, aunque mi intención original era realmente ayudar en ese congreso (ya para ese nos tocaba dar todo, pero nos fuimos del campus), sin embargo era mi último semestre ahí (el congreso sería después que me fuera). En el primero no participé, sólo recuerdo que nos pusieron el problema de rpn para hacer algo en clase de computación 2. Llegando acá quise participar en el siscti, pero no estaba yo en la lista de correos de los que podían ser colaboradores, según parece. Al final entré con un amigo, aunque no hice gran cosa, pero igual fue divertido.

Lo que NO Recordaría
Pues sí recuerdo también todas las jornadas de trabajo que hubo: la cena de jochos y ensamblador con Luis y Mongo, la noche de Algoritmos con Luis y Kart, la noche de Arquitectura con Kart, nos dio más la noche porque chocamos y llegamos algo más tarde a su casa y tardamos un poco más en empezar, después de cubrir el hoyo del parabrisas con una bolsa y platicar un rato del choque: "cabrón, yo de repente vi que te dirigías al camellón después de tu puta imprudencia (rebasó por la derecha a un cañero y luego luego nos estampamos con un camellón central: con la cabeza golpeamos el parabrisas, que salió volando con las cabezas de ambos marcadas en cada lado). Ja" "no mames, es que falló el vocho, ya le había fallado otra vez la dirección. Puta, debimos traernos el parabrisas, quedó chistoso." Más tardó en decirme el Kart: "Vamos a tener que cargarlo" a que él lo hubiera cargado y puesto en la otra orilla. "Es que si no tránsito nos cobra". Sí, si les queda la duda, de Cuautlapan a la casa de Kart en Orizaba nos fuimos sin parabrisas. Por cierto, una señora nos preguntó si estábamos bien, creo que nos ofreció pan para el susto.

La jornada de Bases de datos avanzadas, las jornadas de arquitectura de software, la memorable jornada de redes 2 (el Maratón), donde saqué el maratón en casa de Pablito. Kart tenía algo que hacer en Orizaba (creo que en realidad no era algo importante, pues estaba Sandra, pero igual no ayudaba mucho estando), Pablito se durmió. Los proyectos de matemáticas en casa de Alan y matemáticas, en general, en casa de Alan. El desmadre en la biblioteca, porque allá parecía que la biblioteca no lo era, siempre al menos uno de nosotros andaba hablando estupideces en voz alta. ¿Cuántas veces nos llamaría la atención el becario jotito estando en algún cubículo? Estudiar orga, intentar ayudar a Víctor Bravo en alguna tarea o materia. La primera vez que no dormí en la noche fue ayudando al Jonathan (el mismo que dijo "uno llega a raja madre tarde a la escuela y pues se encuentra con que hay una montañita, pinches arquitectos.") para el final de matemáticas remediales. Pasó.

La camioneta con llamas de Rubén, Rubén pocho. "¿será que la doy de baja?" o "maestra, es que si usted me pusiera bien las que me puso mal, pasaría la materia" (por cierto las tenía mal) de glaksgsñlhua. El camión de computación 1, el proyecto de organización, una cochinada de cables, por cierto, la jornada en que grabé por segunda ocasión el video para organización. La memorabilísima jornada de Multimedios: "ps están chidos los chocolates aunque ya caducaron" (Ricardo, Kart o yo o los tres), "¡Pablo!, ¡no mames!, ¿por qué hay uñas en tu computadora?" (Kart), "No mames, si quito el cast este que puso Pablito esa madre truena"(Kart) (en director). "¿Para qué es este cast?"(Kart y yo) "no recuerdo, pachi, pero luego cuando lo quitaba tronaba". Los días en que hice mis remediales. Las tres clases de física remedial: a las 7 sumas de vectores, que vi toooooda la prepa.

El día en que me hice el loco cuando una amiga-conocida me pidió ayuda para un parcial de matemáticas: ella era medio hojaldra con la banda. La misma a la que alguna vez le hice un buscaminas por amor al arte (sí, por amor al arte, aunque hay quien ha tenido sospechas de que había intereses más complicados. No, realmente fue porque me llamó la atención hacerlo y porque ya le había dicho que lo haría, de haber sabido que el día antes de hacer ese buscaminas iba a salir y no iba a llegar a mi casa, quizá no hubiera accedido, que por cierto, en aquella ocasión la pasé con Dan Alonso). El elevador que ayudé a Bar*ri a hacer, una tarea en que ayudé a Memo y que jamás le cobré ni cobraré: cuando le dije que le cobraría no tenía varo, como a las tres horas ya tenía, entonces lo hice porque le había dicho. Creo que a Barri le cobré algo simbólico realmente. Alguna tarea en que ayudé a un cuate y que hice bajo tiempo en una fiesta. Había quien me vigilaba mientras ayudaba a mi cuate, por eso tardé un poco más: hay una especie de cuento sobre la ocasión y la sola razón de no intentar nada es porque tenía novia y la ---ba (incluso llamaba la vigilancia); no había razón para que me vigilaran ni para que nadie me acompañara en la empresa.

La jornadas de probabilidad con Mongo y el Barbas. Quizá era igual si yo estudiaba solo, pero el Mongo no sabía y en algún momento el Barbas andaba perdidón. Ganar el mundial con el Barbas (en Goal!) y los fortachones de la taquería de Fortín, Castelo, la Te**ría.

El día que **** terminó conmigo por correo electrónico (me sentí triste y me emputé un poco: ¿por correo electrónico? chales), ese 4 de marzo varias cosas salieron mal. Ni siquiera pude comprar crédito para mi celular porque la tarjeta "ya había sido utilizada". Recuerdo que estaba yo en el laboratorio descansando de las presiones y moviéndole a alguna Solaris con Kart, que me daría el ride y leí el mensaje. No pasó a más, ella me dijo que se había equivocado. Quien sepa la historia sabrá que yo la había cagado un poco ese mes, pero no sólo con ella, de modo que no tenía por qué enojarse tanto. En fin.

Lo que Quizá Recordaría
El día en que Pau**no me llamó la atención por escribir algo agresivo sobre Bl***board. La burocracia del campus, que siendo infinitamente más pequeño era un poco más burocrático que éste. Todas las aventuras con los departamentos administrativos.

Los servicios de becas, la aventura con prep***t, la clase con Víctor de la Cueva, que sólo fue una, todas las fiestas en casa del Barbas.

Las palabras: "Es de Orizaba y en Orizaba todos son unos mierdas.", de una vez que un cuate de Orizaba demostró su ingratitud. Incluso en Facebook hay un grupo de gente que lo odia y juro que yo no lo hice, ni siquiera me inscribí porque es buena gente pese a todo. Por ahí conozco alguna pasadez de lanza de algún(a) otro(a) chayote (oriundo de Orizaba). "¿Cuál es la raíz de x^2?", la vez que me dejó el ADO en carnaval y también al papi. Ahí empecé a llevarme con él. Creo que a él también ayudé con alguna tarea o algo así.

El día que choqué yendo a la escuela con el Peludito (que me estaba dando el ride). El día que ayudé al Peludito a mudarse (el vato se mudó de nuevo un mes después).

Las pláticas (clases) con Barojas o con Rodrigo Rodríguez, las clases de Manolo, la Balsa, el Rodeo, la borrachera de Chava, las posadas de la carrera y bueno, muchas cosas más, pero ahorita voy a estudiar que ya me pasé de lanza. A ver si otro día le sigo.

(aún me faltan más, pero quizá nunca acabaría, incluso las de acá, aunque son pocas, la mayoría de mis trabajos han sido individuales)