Mi vida errante

cha cháaaan

sábado, septiembre 24, 2005

Ayer Borges

Mucho tiempo ha pasado también desde que leí el último cuento que leí. Mi último encuentro con la literatura había sido hace como tres semanas, el af0rtunado fue el libro "Ficciones" que me prestó mi hermano. Libro de cuentos de Borges. Leí aquel día "Orbis Tertius...". Me aburrió. Ayer leí "La Biblioteca de Babel". Me gustó. Está perro.

En lo que escribía este creo haber presenciado a alguien convulsionándose. No sé, igual y tiene epilepsia. Mientras escribía alguien gritó "Ayuda, ayuda" y los ignoré originalmente. Estaba de espaldas y oí que alguien se había caído. Digo, pasa que la gente aquí luego es payasa y grita sólo porque sí. Aquello de Pedrito y el lobo, uno no puede saberlo. La verdad cuando brindé lo que pude de ayuda (di un lapicero para que no se mordiera la lengua la persona), y pensé en salir a ver si lograba algo, me dio algo de risa, no por mierda, sino porque no podía hacer nada y otras cinco personas tampoco podían y seguían ahí sólo viendo. Creo que alguien le habló a la ambulancia. La señora de las copias sí ayudó. Debo admitir que yo no sirvo para eso. No hice más que prestar mi lapicero, que para acabarla de chingar, ni mío era. Creo que era de Daian. No sé por qué lo tenía yo. Recuerdo que me lo prestó para la clase de Redes. Se lo robé sin querer. Se lo repodré el lunes que la vea. Tengo varios lapiceros azules, pues el día que compré una cajita de varios lapiceros, la mayoría eran azules. No me gusta escribir con lapicero azul.

Alguien aquí al lado anda hablando de ataques epilépticos y convulsiones. Qué raro. Digo, hablan seriamente.

FIN

Mucho tiempo después

Pues bien, debo una disculpa a mis "fans" debido a que no escribía desde hace mucho tiempo. En varias ocasiones pensaba hacerlo y contar mis vacaciones, pero me daba flojera. Finalmente decidí no relatarlas. Un día lo estaba haciendo, pero no recuerdo qué pasó que tuve que dejar de hacerlo.

Ha pasado tiempo. Como saben empezó mi semestre.

Me he decepcionado del grupo de probabilidad y estadística, yo pensé que avanzaríamos rápidamente, pues voy con puros ñoños. Sin embargo, siento que vamos en extremo lento. Cada clase preguntan una pendejada, o cosas que serían, más bien, propias de asesorías particulares. Me molesta. "No entendí tal pendejada", y pendejadas. "Es que el libro viene muy complicado". Carajo, Walpole no les iba a explicar con mazanas, peras y partidos de foot-ball. Ni siquiera viene tan complicado. Voy más porque les da flojera leer. "Es que no terminó de explicar y no entendí". Lee, en todos los libros viene lo mismo. "Es que me tengo que aprender fórmulas de un día para otro". Mentira, la maestra permite formulario. Mil mamadas.
Disculpa a quien ofenda.

Hoy pretendía tener un día rápido en Córdoba e irme pronto a Veracruz: ir por mi ropa, ver lo de mi servicio militar, ir a Chedraui, ir al banco, irme. Tzitzihua me había pedido ayuda en probabilidad ayer y le dije que sí, no había problema. Ayer no me dijo hora ni lugar, por lo que asumí que ya no lo haría. Hoy me dijo de nuevo. Hubo que cambiar un poco mi plan, algo así como tres o cuatro horas (una de ida a la escuela, una de vuelta y dos de la explicación). Dos horas y media después me envió un mensaje proponiéndome mi casa; para acabarla de chingar el mensaje llegó cuarenta minutos tarde. Yo ya estaba en la escuela. Le dije que yo ya estaba en la escuela. Al final me resolvió que no llegaría. Me emputé.

Vi el partido de foot-ball de las chicas de la escuela. Con la pena, debo admitir que son malas. Entre lo rescatable puedo nombrar a Melanie, Mayra (no sé si es así o con "i") y una morena que juega en la defensa. A una le vi que bajó bien la pelota, pero no logró mucho más que bajarla. Realmente de las tres que mencioné, debo admitir que Mayra y Melanie casi no tocaron la pelota. No se la daban. Melanie juega al frente y Mayra me pareció que en media cancha. Así de mal estaba el equipo que la pelota con trabajo llegaba a Mayra y no siempre. Me atrevo a decir que las demás juegan tan mal como yo. Quizá peor: increíble (tiene mucho que no juego y de por sí era malísimo, debo ser peor ahora, pero cuando menos me barro). Una vez más, disculpa a quien le quede el saco. Se me informó que quedaron 1 - 7.

Y por cierto, no desayuné para no llegar tarde. Tengo hambre.