Mi vida errante

cha cháaaan

sábado, julio 31, 2010

El Trozo de Carne

"You know why super villains are so unhappy, Arthur? They don't treasure the little things." -The Tick

Igual y los fans se molestan porque no he contado mucho de mi vida en Ags, la feria de San marcos, etc, sin embargo, este asunto merece ser contado YA, en parte porque es una situación muy corta.

Resuuuulta que el otro día llegaron los recibos de luz, pero los tomó una vecina. El vecino que vive en la misma dúplex que yo fue el jueves y se los pidió. Como no lo vi y ya era fecha de pago, ayer le hablé. Lo vería en la casa.

Cuando el vecino llegó, fui a su encuentro. Él trabaja en UGASA, que es un rastro-comercializadora de carne o algo así, como gerente de algo. Me dio el recibo de luz y me dijo "ah, espera" y de una bolsa que traía sacó un corte de carne. "Toma vecino", "No mames, gracias". "Si no me equivoco, es rib eye. Es de un novillo de cien días alimentado con (algo que no recuerdo)". "Pobrecito, pero seguro sabe chingón". Bla bla bla, "ya tengo que comer mañana, ..., gracias" Y listo, me metí a mi departamento. Tenía mucho tiempo que no ansiaba que fuera el mediodía del día siguiente, pero ayer sí como que me daba mucha curiosidad. Prometía mucho el corte.

Acabo de comerme ese pedazo de carne. Estaba increíble. Estaba tan bueno como el que comí en la Huasteca antes de venirme a vivir a Aguascalientes, peeeero estaba más suave, así que estaba mejor. No, no, no, memorabilísimo y sólo lo puse en la sartén y le eché sal. Vaya, mereció una entrada. Cumplió las expectativas. :D

Como ven, el vecino es un tipazo.

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sábado, julio 17, 2010

Comercial

En 2008, poco antes de mi graduación (véase "Errata" en esta entrada), fui al cine (sé que está en alguna entrada) con una amiga que me gusta/ba mucho y una amiga suya que parecía duende de móvistar* (ejemplo1, ejemplo2, ejemplo3) y estaba amargada. Ahora que lo pienso, lo mejor de la película fue el comercial, era uno de los de toyota en que comparaban un matrix con algún objeto. Era el de la cafetera o el del ropero. Lo que sea, yo a la fecha recuerdo esos anuncios y recuerdo que pasaron uno en esa ocasión. De la película no recuerdo nada nada nadita.

Probablemente ellas tampoco, y seguro recordarán más del anuncio que de la película, pese a que les pareció un anuncio terriblemente estúpido. XD

Pensándolo, y viendo hacia atrás, creo que el del anuncio fue el momento más entretenido y novedoso de mi tarde, porque la película me entretuvo, pero era aburrida, además que bien pude haberla bajado, mientras el comercial era divertido (estúpido) y aunque vi algunos de esa serie, siempre me entretuvieron.

Espero no se ofendan la amiga y la amiga de la amiga si acaso leen este asunto.

*No lo digo porque me hubiera parecido medio amarga, de hecho cuando la vi creo que empecé a pensar "a quién se parece" y eventualmente me tapé la boca para reirme cuando hice la relación. Da igual, como quiera ella ni me fumaba, como que yo le caí mal XD y eso que prácticamente ni hablé ese día.

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miércoles, julio 14, 2010

Templanza

En general, hay dos maneras de perder y ambas las he conocido en la vida, y pese a todas las veces en que he perdido en algo, lo que sea, no me gusta perder. Sé cual me gusta menos: enojarme y jurar no volver a jugar al billar, que para algunos es patear la mesa, llevarse el balón, renegar de todo y todos. La otra, la digna, consiste en guardar todos tus impulsos, levantarte del juego, sonreír y felicitar al ganador. A priori es más desagradable, pero en el tiempo es la mejor, quizá no te rías de ella cuando la veas a toro pasado -siempre será más jocoso recordarte diciendo que fue el árbitro, o que no les marcaron, pero si de algo estoy convencido es que no te avergonzarás de eso mismo.

Con el tiempo, creo, empecé a medirme un poco más, y a perder de buenas aún teniendo ese Odio terrible por la derrota, sí, aún cuando pierdo en un arte que no domino la situación me corroea, pero lo mejor es, al final, una sonrisa, "he de ganar experiencia". Te levantas, sonríes, felicitas a los implicados y buscas ser objetivo al opinar. No escuchar, en esa ocasión al sentimental-impulsivo, que en esos momentos se vuelve el yo amargado y nefasto.

Así pues, cuando se aparecen esas parejas de desilusiones, lo que queda es sonreír, bromear, dar las gracias y levantarse de la mesa, así el estómago pida a gritos la solución a tus preguntas. Escucha al yo razonable, que para triste mal siempre tiene razón, pero que en esas situaciones es bueno que la tenga.

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Cascadas

Generalmente, mi mamá dice que "las bendiciones (le) llegan en cascada", refiriéndose a que a ella siempre le va bien, o que cuando le va bien, TODO le sale. Debe ser ella muy optimista o yo muy pesimista o muy dramático: en mi mundo, generalmente no pasa eso; es más, no sólo no pasa, sino que NO PASA. Acaso si pasa es a la contraria y, de buenas, no es en cascada: las desilusiones, tristezas o preocupaciones (o mezclas) vienen de perdida de dos en dos o de tres en tres.

Volviendo al pesimismo, pudiera ser un problema de gusto. Es quizá que mi vida sea tan fácil que ante cualquier punto negro, en lugar de darle la vuelta como le hago a situaciones que se me compliquen en la vida laboral (o académica en su momento), decida tomar tal situación y darle todas las vueltas posibles y, con ello, quizá más importancia o interés del que realmente mereciera. Esto, quizá a fin de aferrarme a una situación que a futuro me ponga a pensar que mi vida valió de algo o para aprender de ella y "ganar la experiencia" que tanto decía mi tía cada vez que perdía el equipo de básquet en que participábamos mi primo y yo -por cierto el 90% de los partidos. Vaya, de algo pequeño sacar algo grande.

En ese momento (en que aparece una situación) es que generalmente se enfrentan al menos dos de mis "yos", siempre vecinos de aquellos que sólo se hablan cuando necesitan participar de un asunto: poner un muro en la avenida, un tope, reclamar al municipio, pedir una tacita de azúcar. Todos los vecinos participan siempre en la fiesta de mis yos, pero aquellos dos son especiales, siempre antagónicos, en la mayoría de las situaciones conviven entre ambos con la misma hipocresía de un par de políticos que van por La Silla, dentro del mismo partido. Sin embargo, en ciertas situaciones muestran sus dientes el uno al otro, discuten, vociferan, agitan sus brazos; todo para que, como generalmente, aquél que vio las cosas desde un punto de vista más amplio, simple y basado en el mundo y la lógica, y no sólo en confiar y/o querer confiar -el sagaz, el que cuestiona y probablemente puede generar problemas-, tenga al final la razón.

Y no sólo se sabe victorioso sino que, como todo mal ganador, al final de su cruzada señala al otro, se burla y le dice "¿Ves? Tenía razón" todas las veces que puede mientras el más amable sólo puede responder "Yo tengo fe", a modo de consuelo y confiando en que en alguna de esas malasapuestas él podrá reprocharle al primero, sólo quizá menos burlón -al amable, si las cosas marchan bien, realmente le importa un rábano que el sagaz haya tenido razón al principio, al final todos salen beneficiados.

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