Pues sí, han pasado pocas cosas en mi vida y aquí las cuento, la cosa es que ha sido bastante tiempo. Están en orden cronológico, las de más arriba ocurrieron antes. Los títulos ayudan a que, si usted lo desea, puede dejar el artículo a medias y luego seguir en donde se había quedado. No le entretengo más.
PelículasCuando fue la semana de exámenes del primer parcial, un sábado me puse a ver películas, creo que estaba tan harto de todo que no podía hacer tarea ni estudiar. Vi tres entre el sábado y el lunes. El sábado a mediodía vi Duna y, en la tarde, Bailando en la oscuridad. El domingo en la noche vi Doce al patíbulo.
Vi Duna primero porque la había sacado en otras ocasiones. Después de Duna quise ver Doce al Patíbulo, pues se veía entretenida, sin embargo, debido a que llovía a cántaros y que la película tiene una pésima calidad de sonido (y no se oía nada), cambié la película. La realidad era que no quería ver bailando en la oscuridad porque sabía que era un drama, y no quería ver un drama. Metí entonces Eraserhead. La quité enseguida, no tenía subtítulos y, por alguna razón, me da mucha flojera ver películas completamente en inglés, como que no me gusta pensar cuando veo películas. El hecho de que la película no tenga subtítulos implica que tenga que poner más atención y quizá hasta pensar. Es por eso que quizá nunca recuerdo las películas que veo, aunque la gente me pregunte justo después de verlas. Sin más por hacer tuve que ver Bailando en la oscuridad.
Duna me pareció muy entretenida, bien hecha. Con algunas fallas, creo que abusaron en dar a conocer los pensamientos de los personajes; éso y los efectos especiales que no me explico por qué algunos eran tan malos, si ya había salido Star Wars, con algunos efectos mejores. Doce al patíbulo (Dirty Dozen) la vi hasta el domingo en la noche. Me desvelé por verla.
Doce al patíbulo me pareció simpática, siento que hay películas que han tomado parte de la idea de ésta, cuando menos Rescatando al Soldado Ryan toma parte de Dirty Dozen.
Bailando en la Oscuridad es genial, es intensa. Creo que si alguien la ve y no se conmueve es porque empezó a conmoverse y, para no hacerlo más, dejó de ponerle atención. Originalmente mi hermano nos la había recomendado. Mi hermana la sacó en una ocasión en que estábamos en el Puerto y lloró a "moco tendido" (mi hermana no es llorona). En otra ocasión la sacaron en Villahermosa y tampoco la vi. Recuerdo que la vieron mi mamá y mi hermana, yo de hecho pensé que peleaban o algo, pues de repente las oía llorar. Pero no. Fue la película. A mí se me salieron unas lágrimas en dos ocasiones. Es muy intensa.
La GraduaciónEl 8 de septiembre fue la graduación de mi hermano. Se me había dicho que era a las 7 y, por tanto, a las 1130 que salí de la escuela, hice apenas algo de tarea y pasé a mi casa a hacer mi maleta rápidamente. Debo haber llegado a la terminal cerca de las 13 horas, esperando que hubiera alguna corrida cerca de las 1330. Triste mi calavera cuando vi que el siguiente viaje a Xalapa era hasta las 1450. El
peludito me había dicho que él iría, pero salía de la escuela a las 1430, sin embargo, en vista del horario de la terminal, era un hecho que sería mejor irme con él. Había quedado de verlo a las 15 en la gasolinera que está en la entrada al caminito de la escuela, pero llegué antes y decidí caminar a su casa.
Me invitaron a comer. Yo había comprado un negrito para pasar el hambre si me iba en ADO. Comí un muy rico pescado y una rica tortita de papa y, a eso de las 1600 salimos de Córdoba. El viaje fue entretenido. Me gusta viajar por la ruta del café. El paisaje es agradable. Llegando, le pedí que me dejara en Xalapa 2000 y accedió. Habíamos llegado a tiempo. Eran las 18. Yo debía cambiarme y rasurarme, pero no me tomaría mucho. Le hablé a mi mamá para que me pasara a mi hermana y ahí fue donde todo tronó. La ceremonia era a las 18, no a las 19. Me molestó un poco saber que no llegaría y me dio mucha pena pensar que me habían llevado hasta ahí en vano (a Xalapa 2000). Ya la banda estaba en el auditorio de Letras. Muy amablemente me acercaron los Barragán a la facultad, tomé un taxi y llegué cuando el padrino estaba hablando.
Habló muy padre, recuerdo que dijo algo que me conmovió. Recuerdo que igualmente estaba algo conmovido por la naturaleza de la ceremonia. Mi hermano se graduaba. Volvemos a aquello de que "ya somos niños grandes", que cuando subía por resbaladillas o jugábamos "mataportero" con los vecinos está a varios años de distancia. Terminó de hablar el señor y unos representantes de la especialidad de literatura dieron unas palabras, me dio risa la frase que le dedicaron a mi hermano:
"Con Paco aprendimos que largas ausencias no necesariamente significan apatía", y mencionaron que en esas ausencias
editó una revista extraescolar (que por cierto, los dos tomos que ha habido han sido interesantes). La chica que dijo las palabras se puso nerviosa, leyó un poco como niño de primaria, pero bueno. Luego hubo un guitarrista. Tras el guitarrista los de lengua dijeron un discurso improvisado. Finalmente un tipo (un padre de familia) aprovechó la ocasión para subirse, por sus pelotas, a agradecer a los profesores. A mi me pareció un poco raro, pero originalmente me abrí a la posibilidad de que fuera alguien importante en la escuela (eso o que se había subido a por sus pelotas). Luego descubrí que no, que efectivamente lo había hecho por sus pelotas, que han de ser bastante grandes como para haberlo hecho. Acabó la ceremonia y la banda se dirigió al asadero Cien. Alguien había pedido una mesa para todos, pero cuando llegamos vimos que era difícil que hubiera sido así, más bien era para los nuevos pasantes. Cenamos en una mesa todos. Paco, mi papá, Ángeles, mi mamá, Rita (una amiga de mi mamá), Gabriela, Diego y yo. En otra mesa estaban Jessica, Raúl, la hija de Raúl, los Palmeros Montúfar, Joaquín y su hermana, la familia de Jessica y algún perdido que olvidé. Hubo fotos, un video que no tomé (se me fue el avión y no piqué el botón), más fotos y comida. Tras la cena yo me fui con Paco y su banda. Mi mamá, Rita, Diego y mi hermana se fueron por su lado y mi papá y Ángeles se fueron al Puerto.
Primero fuimos a casa de una graduada, estuvimos ahí como media hora y nos fuimos. Íbamos Joaquín, la hermana de Joaquín, Ale y su hermano Quique (Rafa se fue yo creo que a dormir), Raúl y su señora, Paco y yo, todos en el poderoso cavalier verde. Después fuimos al submarino amarillo. Yo tenía bastante sueño, recuerdo que había dormido poco, muy poco y, además, había viajado. Salimos del submarino amarillo como a las 2. Fui llevado al departamento. A esa hora todos habían tomado apenas una o dos cervezas. Me dormí. Al día siguiente oí cuando llegó Paco. Eran como las 9. Si llegó o no pedo (que llegó bien pedo), no importa, yo sé que se la pasó a toda madre. Me dio mucho gusto que disfrutara su graduación. Al mediodía nos fuimos a comer, sin Paco, a mi me pareció bien que durmiera. Comimos en il pomodoro/postodoro. Yo pedí un calzone y una ensalada césar. No me acabé el calzone. Creo que luego fuimos a Walmart y llegamos en la noche al departamento. Fuimos a cenar tras una discusión rara en la que le doy la razón, o al menos la mayor parte, a mi hermano. Cené algo que tenía cochinita pibil en el café chiquito. Recuerdo que no estaba bien del estómago, creo que estaba un poco suelto, pero no me importó. De hecho creo que ya no lo estaba, pues no pasó nada malo cuando tiré a la banda de cabeza la siguiente vez.
El domingo mi mamá se fue como a las 9. Yo fui al puerto como a las 11. Llegué e hice unas prácticas de redes que tenía que terminar. En el camino al Puerto me pusieron "El Héroe", no terminé de verla, pero me faltó bastante poco. Es buena.
El lunes acudí a la escuela normalmente y mi semana, según recuerdo, no tuvo nada extraordinario.
Viva MéééxicoooEl viernes 15 estuve haciendo una tarea. Creo que salí de la escuela a las 6. Acompañé a Rocha a algún lado y finalmente me dejó en Aurrera. Estaba invitado a una fiesta que haría con sus amigos de infancia, pero por razones (a mi gusto obvias) le dije que no acudiría (en primera aquello de que era de sus amigos de la infancia como que me puso a pensar que estaría un poco fuera de lugar ahí) otra razón era que era probable que hiciera algo con Rubén y otra era que estaba bastante cansado. Con Rubén creo que no me entendí, el lunes me preguntó qué pasó y pues noté que discrepábamos de cómo habíamos quedado. De igual modo estaba muy cansado aquel día como para salir. Lo más cercano a la fiesta fueron los fuegos artificiales que oí de mi casa, mientras veía "El Resplandor". Estuve a punto de no terminar de ver la película, tenía mucho mucho sueño. Finalmente me dormí.
El sábado 16 me fui al Puerto, después de ver El Pianista, que la vi después de ver Forrest Gump. El Pianista es interesante. Es increíble la vida de ese tipo. No recuerdo qué hice en el puerto. Recuerdo que llegué hasta la noche, creo que me quedé dormido después de ver el pianista y conseguí boleto hasta las 2030. Forrest Gump igual es bastante entretenida.
En el camino había una película para niñas, la vi por la misma manía que me ha hecho ver varias de las películas que he visto en el ADO. Bueno, también un poco porque era de patinaje y de repente hacían cosas muy chidas, no sé, saltos con triple giro o madres así, que requieren mucha habilidad. Luego pusieron Shaolin soccer. No la acabé de ver, además que estaba en español y no se oía nada (en la otra no había problema, pues no me interesaba mucho y era absolutamente predecible).
En el plan entraba ir a Xalapa. Originalmente no quería, más que nada porque tenía tarea, pero cuando supe que como a las 6 ya estaríamos en el puerto decidí ir. Vimos a mi hermana. Paqui se había ido a celebrar el día anterior y creo que llegó y en la mañana se fue de nuevo. Nosotros llegamos a ver a mi hermana como a las 12. En teoría en los planes originales de Paco no pasaría el 16 en Xalapa, eran planes flexibles, al parecer. Fuimos a comer al café chiquito. Llegando a Veracruz creo que hice algo de tarea y luego partí a la Ciudad de los 30 caballeros.
Creo que cuando regresamos de Xalapa fuimos a comer al Varadero. Tenía mucho que no iba a éste. El restaurante es muy agradable. Regresé con boleto de las 21 a Córdoba. Ese fin de semana también debo haber visto "El hombre que sabía demasiado", también está simpática, los diálogos tienen algo de sosos, pero está bien.
Jot RocLa semana del 18, para ser preciso, el jueves 21, acudí al Jot Roc. No lo conocía. Cuando llegamos se notaba que era puro vato con su querida o el jefe con la secre. Cosas de ese tipo. En palabras de un sabio: "ambiente secretarial". Estuvimos ahí un rato. Me la pasé bien. Fui con Yair y Barri y Fam. (Chetes, Rocha y el Puma). Todo el semestre pasado estuve jorobando a Yair para que me llevara a conocerlo. Ya lo conozco, está curioso, pero me sigue gustando más Castelo aunque tenga mucho que no voy. En castelo tocan música que se acerca más a mis gustos o entra directamente en el universo de ellos. Gasté 35 pesos más la llamada a Pablito, que terminó con el saldo de mi celular, para que finalmente el ojete no fuera. Al día siguiente llegué a mi clase de arquitectura, me dio gusto levantarme. Me dormí como a las 4:30 y me desperté a las 6:10. Total, el profe no nos habla mucho. Bases de Datos Avanzadas sí fue más pesada, por la hora, aunque hubiera dormido una hora en mi rato libre fue complicado.
Ese fin de semana, hasta el domingo que fui a Aurrera, finalmente me decidí a meterle crédito a mi celular. El maldito cajero culero no le metió el dinero a mi teléfono y, desde entonces, esos cien pesos andan bailando en el limbo. Son míos pero no puedo disponer de ellos. El lunes hablé a Banamex y me dijeron que en la noche me lo repondría el sistema. Pura madre.
Del 25 de Septiembre hacia AdelanteEn ese tiempo me pasaron cosas curiosas. La primera a mencionar sería quizá que me fui de boca caminando por la calle, por suerte alcancé a meter las manos, pero eso no quita que me caí culero. Y pese a que metí las manos mi pómulo golpeó el piso, pero poquito. No me pasó nada. Sólo me lastimé la mano izquierda, como que me dio un tirón. Debería ver a un médico, pues aún siento el tirón cuando estiro mis dedos de cierta manera. Y la caída se debió a que me desperté a las 6:50 e iba a llegar tarde, entonces venía viendo hacia atrás para ver si pasaba un taxi. Yo generalmente camino por la banqueta. La moraleja de todo eso fue que, si voy a estar volteando a otro lado, mejor debo caminar en la calle, en las banquetas hay muchos desniveles. Sí llegué a la clase.
Ese martes, el martes en que me fui de boca el profe de Arquitectura dejó una tarea. La hicimos el martes y creo que se la mandamos el miércoles. Él no subió ni dio especificaciones para la tarea. Y ¡mocos! el jueves finalmente dio una especificación. Después de ir al gimnasio nos enteramos de ella. Nuestra tarea no cumplía bien con la especificación. Le mandamos un mensaje y le escribimos y el hombre no contestó. Le dije a Kart que yo la haría, pues cuando vi la especificación él ya estaba en Orizaba ya no había manera de repartirnos. De Zyanga y Yair no sabíamos nada, de Yair no sabíamos por error mío, yo tengo su celular, supongo que por el estrés se me fue el avión. No tenía crédito aún. No había tenido tiempo de ir a meterle dinero al celular. Al día siguiente iba a ser el examen de la materia y el trabajo valía parte de la calificación. No dormí del jueves 28 al 29. Todo para que el lunes el vato nos diera hasta las 18 horas para entregar la tarea. Mi equipo se encargó de modificar algunas cosas. De hecho el programa sería la mitad del examen. Dormí un rato en mi hora libre. Creo que me quedé hasta las 1630 en la escuela por la clase de coro, luego no recuerdo por qué no me fui y luego porque fui al gimnasio. Aproveché a ir porque ya tenía algo de tiempo que no iba, soy bastante inconstante. Ni modo. Era primordial que acudiera a coro, pues la semana siguiente sería el festival de las artes. Acudí, cansado y un poco desganado, pues ese martes, el mismo en que me fui de boca, acudí a teatro (por indicación de Eva, la maestra de coro) y como que noté que yo no disfrutaba tanto la clase de coro como otros. Y no es malo eso, digo, todos tenemos diferentes maneras de expresarnos y disfrutar las cosas, lo malo es que había descubierto que, en sí, yo no disfrutaba "la clase" de coro, más bien me entretenía ir por digamos "el desmadre" (que no es tan calificable como eso), no sentía haber mejorado en nada, ni siquiera en el canto. Ese día llegué temprano y, la maestra, a petición mía, me dio algún ejercicio para el ritmo. Yo creo que eso ayudó a que viera la clase de otro modo. Sin embargo, si volvemos a lo anterior, creo que no he mejorado, que sigo igual que como entré y que como estaba antes del concurso de canto del semestre pasado. Y sí, sigo sin disfrutar la clase como otros, es muy difícil que, caminando por la calle, me ponga a tararear alguna de las canciones que practicamos en la clase. Como sea ya me gusta un poco más la clase en sí.
Pambazos gratisCuando salí del gimnasio, como llovía, decidí ir a devolver un libro de arquitectura de desarrollo de software y, por qué no, buscar ride. Ahí estaba el amabilísimo Peludito y me dijo que sí, eso debe haber sido a las 8. Él esperaba a que la banda acabara sus labores. Yo mientras me puse a jugar madres en internet. Decidí no sacar ninguna película porque tenía la loca idea de ir el sábado a la escuela, quizá exclusivamente a sacar películas o quizá también para ir al gimnasio, es obvio que no fui. En la espera encontré un juego interesante llamado "Kung fu fighter", está curioso. Salimos a las 22 de la escuela. Yo seguía teniendo un montón de sueño, pero ahora, además, tenía hambre. No había comido, no recuerdo por qué, creo que porque olvidé que iba a ir a coro y cuando me di cuenta era hora o, al menos, ya no era una hora decente para comer (es malo comer antes de cantar, según nos ha dicho la maestra; además comí algún pambazo en el rato entre arquitecturas y BDA).
Finalmente nos fuimos de la escuela y fui llevado a la puerta de la Braza (sí, debería ser con s, mas yo no le puse el nombre). El lugar estaba lleno. Había dos mesas vacías para cuatro personas. Yo tomé una para esperar los dos pambazos que pedí para llevar. Me dieron las tostadas con frijol y todo y, al poco rato, llegó una familia grande. No iban a caber ni a madres en la mesa de cuatro. Entonces hice lo más normal: les cedí mi mesa y me paré a esperar. En eso, un señor (que se llama Rodolfo Zapata Tiburcio) me invitó a sentarme con él. Me pareció amable de su parte. Y entonces empezó a decirme que yo había cometido un gesto muy amable al ceder mi mesa, y que era raro que alguien de mi edad hiciera algo así. Me contó de su familia, entiendo que vive relativamente cerca de mi casa. Tiene una nieta que estudia derecho y otras cosas. El señor estaba entre los 60 y 70 años. Me dijo que pidiera lo que quisiera, que él me lo pagaría sólo por haber cedido la mesa. Me pareció amigable, pero le dije que ya había pedido. Él insistió en que pidiera algo más, para comer ahí, que cenara y yo me llevara los pambazos a la casa. Decliné su invitación a pedir más, no pedí nada, y el señor me invitó los pambazos. Le agradecí y me fui. Él también estaba por irse, canceló su orden porque no lo atendían, estaba algo molesto con la banda de la braza. Llegué a la casa y cené. Fue bueno, pues sólo tenía 20 pesos en el bolsillo y ya no los tuve que gastar.
El fin de semana dormí como tenía mucho no lo hacía. El sábado creo que sólo salí a Aurrera hasta las 18 horas y eso sólo porque no tenía nada para comer y se me había acabado el cereal.
El domingo hice la tarea-examen de lenguajes de programación y fui al internet a buscar una pregunta que me faltaba. Recuerdo que ese viernes no me bañé, digo, ni siquiera dormí. Como no había gas, creo que el sábado también me abstuve, había frío. El domingo me bañé por decencia y sólo por éso. De hecho el sábado iba a bañarme en la noche, pero me quedé dormido. El domingo lo hice por decencia porque descubrí que el viernes había ido al gimnasio. Era yo un asco.