Concierto
El martes canté. Yo sé que tuve 3 errores, sin embargo nunca los oiré y nunca me oiré. No hay evidencia del concierto. DAE no lo grabó y la cámara de una amiga que lo grabó se descompuso y daño el cassette. Qué coraje (más con DAE). Según olvidé la letra, pero de eso no me acuerdo.
No me sentí nervioso sino hasta que subí y estuve parado frente a los que hacían de conductores. Es más, como le dije a alguien, yo no me sentía nervioso, pero sé que lo estaba. Incluso desde que empezó el concierto sé que me sudaban las manos y las axilas (sí, qué desagradable).
No siento que haya cantado bien. Me da coraje pensar que justo antes del concierto canté una vez (como ensayo y prueba del sonido) y lo hice muy bien. Como debía haber sido.
Error 1:
...que un caminante paró una tarde de primavera. (Se me acabó la voz. Quizá una vez me había pasado antes, tal vez dos, mucho coraje y sorpresa. Absolutamente los nervios).
Error 2:
...Se marchitó en su huerto hasta la última flor (No dije "Se marchitó". Justo cuando debía entrar la bulla subió e impidió que oyera la música. No entré.)
Error 3:
...Pobre infeliz. (Error mío, quise hacerlo de cierto modo y no salió como debía, quizá los nervios, pareció que no me daba la voz. Coraje).
Según una amiga repetí una parte. Ahora quizá nunca lo sepa o no sepa qué parte repetí.
Hoy hay ensayo (pasé en tercer lugar, yo creo que fue por los votos de la porra, creo que poca gente votó por mí fuera de la porra). Quiero que la maestra me diga los errores. Si no estaré intrigado para siempre. Será inquisidora y quizá sea hasta cruel, pero bueno, así sabré qué pasó.
En general, pese a que tuve esos errores (y seguramente otros que no noté), lo disfruté mucho. Me divertí. Me divirtió el ambiente y el hecho de estar ahí parado haciendo algo que nunca había hecho (bueno, una vez, pero muy mal, sin preparación previa y sin saberme la canción, era obvio que habría de salir mal). No me sentí totalmente desprotegido (como en la otra vez que lo hice). Los nervios son traicioneros.
La banda se portó a toda madre, me echaron porras bien chido. Llegó Manolo (me dio mucho gusto). Llegó Eusebio Bolaños (me dio mucho gusto aunque se haya tenido que ir antes que pasara yo). Hubo en la porra quienes se pintaron la panza, hicieron pancartas, etc. Me atrevo a decir que la única porra que se oía más que la mía era la de Marco (Cantó Santa Lucía), no eran tantos en mi porra, pero gritaban con todo, le agradezco a todos.
También se me dijo que al principio se me oía más nervioso. Que me temblaba la voz.
Debo mencionar que disfruté las actuaciones de todos, fue divertido. Ahora el 28 de marzo.
Acabando de cantar, los que estaban como conductores tuvieron la ocurrencia de preguntarme sobre el congreso de ingeniería. Error. No soy la persona más indicada para hablar de él. En general yo haré mi parte, pero no estoy muy metido y, sumándole los nervios, creo que no respondí como debía. Ni modo.
Cuando me bajé del escenario los altos mandos me felicitaron. Fue raro, pero se siente bien. Hubo un abrazo que no esperaba de alguien que casi no trato, pero fue como si fuera alguien a quien viera todos los días y tratara todos los días. Uno de esos que se sienten bien aunque sean de alguien poco familiar. Qué manera tan cálida de abrazar la suya (porque es alguien que prácticamente no trato).
Al final, ya que el concierto había acabado, la banda (la gente cercana) me felicitó. Me sentí bien antes, durante y después del concierto. Lo disfruté bastante.
No me sentí nervioso sino hasta que subí y estuve parado frente a los que hacían de conductores. Es más, como le dije a alguien, yo no me sentía nervioso, pero sé que lo estaba. Incluso desde que empezó el concierto sé que me sudaban las manos y las axilas (sí, qué desagradable).
No siento que haya cantado bien. Me da coraje pensar que justo antes del concierto canté una vez (como ensayo y prueba del sonido) y lo hice muy bien. Como debía haber sido.
Error 1:
...que un caminante paró una tarde de primavera. (Se me acabó la voz. Quizá una vez me había pasado antes, tal vez dos, mucho coraje y sorpresa. Absolutamente los nervios).
Error 2:
...Se marchitó en su huerto hasta la última flor (No dije "Se marchitó". Justo cuando debía entrar la bulla subió e impidió que oyera la música. No entré.)
Error 3:
...Pobre infeliz. (Error mío, quise hacerlo de cierto modo y no salió como debía, quizá los nervios, pareció que no me daba la voz. Coraje).
Según una amiga repetí una parte. Ahora quizá nunca lo sepa o no sepa qué parte repetí.
Hoy hay ensayo (pasé en tercer lugar, yo creo que fue por los votos de la porra, creo que poca gente votó por mí fuera de la porra). Quiero que la maestra me diga los errores. Si no estaré intrigado para siempre. Será inquisidora y quizá sea hasta cruel, pero bueno, así sabré qué pasó.
En general, pese a que tuve esos errores (y seguramente otros que no noté), lo disfruté mucho. Me divertí. Me divirtió el ambiente y el hecho de estar ahí parado haciendo algo que nunca había hecho (bueno, una vez, pero muy mal, sin preparación previa y sin saberme la canción, era obvio que habría de salir mal). No me sentí totalmente desprotegido (como en la otra vez que lo hice). Los nervios son traicioneros.
La banda se portó a toda madre, me echaron porras bien chido. Llegó Manolo (me dio mucho gusto). Llegó Eusebio Bolaños (me dio mucho gusto aunque se haya tenido que ir antes que pasara yo). Hubo en la porra quienes se pintaron la panza, hicieron pancartas, etc. Me atrevo a decir que la única porra que se oía más que la mía era la de Marco (Cantó Santa Lucía), no eran tantos en mi porra, pero gritaban con todo, le agradezco a todos.
También se me dijo que al principio se me oía más nervioso. Que me temblaba la voz.
Debo mencionar que disfruté las actuaciones de todos, fue divertido. Ahora el 28 de marzo.
Acabando de cantar, los que estaban como conductores tuvieron la ocurrencia de preguntarme sobre el congreso de ingeniería. Error. No soy la persona más indicada para hablar de él. En general yo haré mi parte, pero no estoy muy metido y, sumándole los nervios, creo que no respondí como debía. Ni modo.
Cuando me bajé del escenario los altos mandos me felicitaron. Fue raro, pero se siente bien. Hubo un abrazo que no esperaba de alguien que casi no trato, pero fue como si fuera alguien a quien viera todos los días y tratara todos los días. Uno de esos que se sienten bien aunque sean de alguien poco familiar. Qué manera tan cálida de abrazar la suya (porque es alguien que prácticamente no trato).
Al final, ya que el concierto había acabado, la banda (la gente cercana) me felicitó. Me sentí bien antes, durante y después del concierto. Lo disfruté bastante.