Mi vida errante

cha cháaaan

jueves, marzo 16, 2006

Ajeno

Hasta hace poco yo tenía la idea de que, si se moría un familiar mío, quizá yo ya no lloraría. No porque fuera de hierro, sino porque yo sentía que no me sentiría tan triste como para hacerlo. Mi manera de pensar habría cambiado a tal punto que ya no sentiría la necesidad de hacerlo, por muy triste que me sintiera. Erré. No lloré como magdalena en el funeral de mi tío, pero sí lloré. No me provoqué el llanto ni nada, nada más de repente me salían algunas lágrimas (pasó en la misa y en el entierro). Me sentía triste. No creo que vuelva a decir algo similar a que "no creo llorar si muere otro familiar". Como que yo pensaba que sería ajeno a esos dolores.

Creo que otra persona a la que le dolió mucho la muerte de mi tío fue a mi papá, sin embargo muy poca gente lo ha de imaginar. Debe ser de las personas a las que más les pegó, se conocían desde hace cuarenta años. No puede ser fácil.