Mi vida errante

cha cháaaan

jueves, febrero 23, 2006

Playeras Gratis.

Pues bien, en algún momento a alguien en mi escuela se le ocurrió hacer un concurso llamado T*c Idol el semestre pasado (sí, no se equivoca usted, un american idol con alumnos de mi escuela). No sé cuántos se hayan inscrito. Lo de la inscripción (audición) lo digo porque, para motivar a la gente, en esta ocasión (la segunda) a alguien se le ocurrió regalar playeras a quien fuera a la audición. "¡A huevo, playeras gratis!" Cuanta razón tenían los guionistas de Pynky y Cerebro en el capítulo del mundo de papel maché: las playeras gratis son una estrategia brillante para el movimiento masivo. Así fue que entré a la audición y canté parte de "el puñal y el corazón", yo me sentía nervioso y apresurado por aquello de que quería mi playera. El lunes, por aquello de que no falla que un profesor mande algún correo con tarea de última hora, decidí checar mi correo escolar. No hubo tarea de última hora, pero me encontré con que fui elegido para el concurso. Sí, yo. Y pues me dio mucha risa. No niego que me dio gusto, era algo absolutamente inesperado y nada planeado. Fue raro cuando vi, el lunes en la agenda que dan en la escuela, que el concierto sería el martes 28.

El martes fue el primer ensayo, sería bien denominarlo ensayo cero, pues sólo fuimos a elegir una canción, la maestra nos puso unos ejercicios de respiración y determinó los rangos vocales de los participantes.

Hoy, jueves 23, fue mi segundo ensayo, teóricamente sería más formal y orientado a la canción que cantaríamos el martes (originalmente la maestra nos daría la canción, pero alguien preguntó si no podríamos elegirla y ella accedió. Elegí Penélope, pues dije primero Kumbala, Sí (Enrique Bunbury) y alguna otra y no tenían las pistas y pues ya el tiempo está encima como para que la consigan. La maestra me había propuesto Persiana Americana, pero yo me opuse porque un vato cantará "de música ligera"). Pues llegué yo temprano al ensayo 1. Pasó el primer vato que ensayaría y cantó Santa Lucía, luego la maestra me llamó. Oh, sorpresa, la pista no era hecha con la de Diego Torres, claro que yo no sabía qué seguir. La maestra me dijo "sigue la batería" (cosa que no sé hacer) y bueno, ya ahí medio tratando la seguí. Cuando llegué a la línea 16 de 45, se cortó la pista. Me habían otorgado una pista para practicar en mi casa; tampoco jaló. Se cortó en el mismo lugar. Creo que, de los presentes fue el único que no ensayó. Regalé 45 minutos que hubiera podido aprovechar en otra cosa (no los aproveché porque me fui a los 45 minutos de iniciado el ensayo, pues yo no podía hacer más que ver a los compañeros, la verdad es que me emputé por ello). Ahora tengo que ir mañana a las 10 (en las 3 horas libres que tengo) a ensayar, de entre otras molestias, está el hecho de que no sé si estará la maestra de canto. Estará el director de difusión cultural, pero no sé si la maestra. Según serían (sin contar el ensayo del martes) tres ensayos, de los cuales ya uno sería para afinar las cuestiones del sonido, no de nosotros. Bueno, para mí, el ensayo de hoy fue un fracaso, pues mal que mal me sé la letra, pues me la consiguió Luis ayer y sí, me equivoco, pero eso invariablemente pasa. A ver qué pasa mañana.