Pues bien, una semana despuès, mi vida ha sido igual que siempre. Una que otra variaciòn a lo normal, pero nada màs. El lunes fue todo normal. El martes, yendo a la escuela, me encontré al "peludito", quien pretendió darme un ride a la escuela, me lo encontrè en la parada donde me baja el camión. Subí y todo fue normal hasta que, por frenar a levantar a Daian y que no caminara, un vato chocó a un vato que había frenado atrás de nosotros. Entonces le pegaron al carro del peludito. Falté a redes. Ni modo. El choque fue bastante leve. No le pasó nada a nadie, a los carros apenas unos golpes, pobre del que chocó al que iba atrás de nosotros, pagará todo, pues el seguró lo mandó al carajo por no traer licencia (eso creo).
El miércoles todo fue normal. El jueves todo fue normal. El viernes salí a mediodía a ver lo de mi servicio militar; a averiguar la fecha del sorteo. Fue una salida en vano. El hombre me dijo que les dan fecha hasta el 26 de octubre. Comí en un restaurante llamado las delicias. Sentí que había comido un chingo. En la tarde del viernes salí a jugar billar con Moya, Marco y Carlos. Se anexó Azucena, quien llegó unos minutos después de mí a casa del Barbado. Azucena no jugó. Jugué mal, como siempre, sin embargo, gracias a la magia de "Bola 8" ganamos dos partidos (de cuatro). Dormí en casa de Carlos. Me desperté y fui por una gelatina de mosaico que le pedí a Camacho. No estaba lista. Fui a ver a Moya, pues había quedado de explicarle computación. Me invitó a comer. Vi Robocop en casa de Moya (qué perra película).
Fui a Aurrera. Compré cereal. Fui al centro y compré un bote para guardar cereal.
Esperé a Camacho en mi casa un rato, para ver si me llevaba la gelatina. Me quedé dormido. Igual yo creo que no fue.
Dispuesto estaba a estudiar cuando vi que el peludito me había pedido que le ayudara a mudarse. Fui a ayudarlo como a las ocho y media. Me dormí a las doce sin estudiar un carajo (a esa hora regresé de ayudar al peludo).
Con un carajo me levanté a las tres de la tarde de hoy, me desperté como cuatro veces antes. En una de esas veces calenté agua y me quedé dormido después de apagar el calentador. Me bañé y me fui a comer con un chingo de hambre. Acabo de terminar de juntar lo que tengo que estudiar para mañana. Me dormiré tarde, muy tarde, pretendo avanzar algo de redes, pues siento que no sé un pito.
Cuando salí de mi casa parecía que llovería. Llovió a unos cuantos pasos de que llegara a la parada. Bastaron como tres segundos para que la parte del frente de mi pantalón se hiciera sopa. Llovió feo como 3 minutos. No fue gran problema porque traía chamarra, pero mi pantalón se mojó bastante.
Ojalá tenga una buena semana.