Que me Voy Graduando
Pues así fue. Me desperté el viernes 30 de mayo pensando dos cosas:
1. "Qué hueva, es muy temprano."
2. "Hoy me dan mi título."
Tuve que despertarme muy temprano para atender al desayuno, que era, creo, a las 8. Despertador a las 630 y 645. Me bañé, me vestí. Traje, corbata gris (gris oscuro), que por cierto, había comprado el día anterior, justo antes de ir al hotel a ver a mi papá y compañía. Todo un culo, pues. Llegué a tiempo al desayuno. Me dieron un ticket, con el que entraría al gimnasio y, creo, serviría para saber que sí había llegado.
El Desayuno
Nos sirvieron machaca con huevo, frijoles y chilaquiles. Pan dulce y fruta al centro, café y jugo de toronja o zanahoria. La Directora de Carrera, siempre al pendiente de nosotros, sus hijos putativos, nos envió con anticipación un correo en el que nos recomendaba no tomar mucho jugo ni café y llegar con calcetas del color del pantalón, "para no hacer el oso". Pues yo medio abusé del jugo y tomé dos tazas de café. A la hora de las entregas, fui al baño como 4 veces (antes que nos tocara). En la mesa estábamos Arturo, Mario Palomera, Emmanuel, creo que Sofir, creo que Daniel Conant, Paulina Galindo, Marcos ¿Torres?, quizá alguien(es) más y yo.
El desayuno estuvo agradable. Saliendo del desayuno, nos llevaron al gimnasio, como borreguitos tras su pastor. baaaaa.
La Entrega
Creo que en el desayuno repartí los silbatos que llevé. Los usé cada vez que pasó alguien que conocía o medio conocía. Al final no hace diferencia para el que recibe su título: no lo nota. Me tocó junto a Arturo, a mi izquierda estaba el baño. Cuando empezaba la ceremonia, notamos que un cuate no había llegado aún. Supusimos que el desayuno le valió queso, pero la entrega es otra cosa. Arturo lo llamó.
Empezó a tocar la banda, habló el orador huésped con su discurso feo (yo esperaba que hubiera sido otro orador), habló el rector con un discurso coloquialón (como que sólo tiene las ideas anotadas y las dice, pues recuerdo que no fue idéntico al del día anterior), no me llegó. Asumo que hasta que vaya a otra entrega de papeles de letras oiré un discurso que me llegará.
Empezaron a pasar los de otras carreras. Finalmente nos tocó a nosotros. En ese punto me puse nervioso. Cuando nos formaron para pasar al frente, noté más mis nervios: al pararme, quise abrocharme el saco y me lo abroché mal, las manos me temblaban un poco y pues me costó trabajo abrochármelo bien.
Finalmente pasé yo. A uno se le olvidan las cosas. Gustosamente me saludó el viejito que me dio mi título y también gustosamente lo hizo el rector. Bajé y mi hermano y mi papá me tomaron fotos con el título. Rumbo a mi lugar, de hecho cuando iba bajando del escenario, sentí que se fue la presión. Regresé a mi lugar nervioso, con una sonrizota y la mano tapándola. Los ojos abiertos, muy abiertos. Se acabó.
Siguió pasando la banda. Acabó y nos felicitamos todos. Esperé a que saliera un poco la banda y me fui con mi familia. Llegó Adrianita y se tomó una foto con Emmanuel y conmigo. Pasé a la casa a quitarme el saco y la corbata. Después nos fuimos a un restaurante que me recomendó Adrianita el día anterior. Tragué como náufrago, culpa del platillo. De esas comidas con toda la familia.
Fin de Semana Familiar
Situación curiosona, cuando las graduaciones de mis hermanos, sólo habían sido comidas familiares. Ahora fue todo el fin de semana. Me la pasé bien.
Saliendo de la comida, fuimos a ver a mi tía Virginia a SEARS, lejos, lejos. Fuimos a su casa y anduvimos ahí un ratote. Finalmente regresamos. Yo me fui a mi casa, mi papá y Ángeles al hotel, mi mamá y mi hermana a las residencias. Emmanuel me había invitado a la graduación, pero como que no me dieron muchas ganas de ir. Era leeeeeeeeeeeejos.
Al día siguiente, el sábado, fuimos a la macroplaza, al paseo santa lucía y al parque fundidora. Había un sol de la remadre. Mi hermana se asoleó bastante, se quemó un poco. En la noche fui con mis hermanos y Daniel y Ernesto al Café Iguana. Estuvimos poco rato ahí. Nos fuimos al "Salón Morelos". Cuando llegamos, yo me dormí un rato. Después de eso nos fuimos a una fiesta de la que me había dicho Emmanuel y casualmente Daniel también estaba enterado. Estuvimos poco rato, estuvo simpático también.
El domingo fuimos a comer a casa de mi prima Adriana a Apodaca. Lejos, lejos. Comimos chido. Conocí a unos hijos de mis primos que prácticamente no conocía y conocí a mi sobrino Miguel (lo conocí cuando él era muy chico). Me cayó bien. Me la pasé bien con mis familiares, hasta ganas de volver me dieron. Mi papá se fue el domingo. Mi hermana el lunes en la mañana. Me desperté temprano para acompañarla a tomar un taxi.
El lunes fui con mi hermano y mi mamá a Valle Oriente. Comí una dona. Fuimos a la Alameda a que Paco comprara machaca y glorias para sus amigos y mi mamá comprara glorias para su banda. Después debíamos comer. Se me ocurrió ir a Interplaza. El error fue que nos fuimos por el mercado y pues no es una parte bonita, sí vimos a dos borrachos tirados. Tenía la intención de llevar a mi mamá a que conociera la iglesia del Roble (o algo así), pero por alguna razón, la iglesia esta cierra los lunes. En la noche se fueron Paco y mi mamá.
1. "Qué hueva, es muy temprano."
2. "Hoy me dan mi título."
Tuve que despertarme muy temprano para atender al desayuno, que era, creo, a las 8. Despertador a las 630 y 645. Me bañé, me vestí. Traje, corbata gris (gris oscuro), que por cierto, había comprado el día anterior, justo antes de ir al hotel a ver a mi papá y compañía. Todo un culo, pues. Llegué a tiempo al desayuno. Me dieron un ticket, con el que entraría al gimnasio y, creo, serviría para saber que sí había llegado.
El Desayuno
Nos sirvieron machaca con huevo, frijoles y chilaquiles. Pan dulce y fruta al centro, café y jugo de toronja o zanahoria. La Directora de Carrera, siempre al pendiente de nosotros, sus hijos putativos, nos envió con anticipación un correo en el que nos recomendaba no tomar mucho jugo ni café y llegar con calcetas del color del pantalón, "para no hacer el oso". Pues yo medio abusé del jugo y tomé dos tazas de café. A la hora de las entregas, fui al baño como 4 veces (antes que nos tocara). En la mesa estábamos Arturo, Mario Palomera, Emmanuel, creo que Sofir, creo que Daniel Conant, Paulina Galindo, Marcos ¿Torres?, quizá alguien(es) más y yo.
El desayuno estuvo agradable. Saliendo del desayuno, nos llevaron al gimnasio, como borreguitos tras su pastor. baaaaa.
La Entrega
Creo que en el desayuno repartí los silbatos que llevé. Los usé cada vez que pasó alguien que conocía o medio conocía. Al final no hace diferencia para el que recibe su título: no lo nota. Me tocó junto a Arturo, a mi izquierda estaba el baño. Cuando empezaba la ceremonia, notamos que un cuate no había llegado aún. Supusimos que el desayuno le valió queso, pero la entrega es otra cosa. Arturo lo llamó.
Empezó a tocar la banda, habló el orador huésped con su discurso feo (yo esperaba que hubiera sido otro orador), habló el rector con un discurso coloquialón (como que sólo tiene las ideas anotadas y las dice, pues recuerdo que no fue idéntico al del día anterior), no me llegó. Asumo que hasta que vaya a otra entrega de papeles de letras oiré un discurso que me llegará.
Empezaron a pasar los de otras carreras. Finalmente nos tocó a nosotros. En ese punto me puse nervioso. Cuando nos formaron para pasar al frente, noté más mis nervios: al pararme, quise abrocharme el saco y me lo abroché mal, las manos me temblaban un poco y pues me costó trabajo abrochármelo bien.
Finalmente pasé yo. A uno se le olvidan las cosas. Gustosamente me saludó el viejito que me dio mi título y también gustosamente lo hizo el rector. Bajé y mi hermano y mi papá me tomaron fotos con el título. Rumbo a mi lugar, de hecho cuando iba bajando del escenario, sentí que se fue la presión. Regresé a mi lugar nervioso, con una sonrizota y la mano tapándola. Los ojos abiertos, muy abiertos. Se acabó.
Siguió pasando la banda. Acabó y nos felicitamos todos. Esperé a que saliera un poco la banda y me fui con mi familia. Llegó Adrianita y se tomó una foto con Emmanuel y conmigo. Pasé a la casa a quitarme el saco y la corbata. Después nos fuimos a un restaurante que me recomendó Adrianita el día anterior. Tragué como náufrago, culpa del platillo. De esas comidas con toda la familia.
Fin de Semana Familiar
Situación curiosona, cuando las graduaciones de mis hermanos, sólo habían sido comidas familiares. Ahora fue todo el fin de semana. Me la pasé bien.
Saliendo de la comida, fuimos a ver a mi tía Virginia a SEARS, lejos, lejos. Fuimos a su casa y anduvimos ahí un ratote. Finalmente regresamos. Yo me fui a mi casa, mi papá y Ángeles al hotel, mi mamá y mi hermana a las residencias. Emmanuel me había invitado a la graduación, pero como que no me dieron muchas ganas de ir. Era leeeeeeeeeeeejos.
Al día siguiente, el sábado, fuimos a la macroplaza, al paseo santa lucía y al parque fundidora. Había un sol de la remadre. Mi hermana se asoleó bastante, se quemó un poco. En la noche fui con mis hermanos y Daniel y Ernesto al Café Iguana. Estuvimos poco rato ahí. Nos fuimos al "Salón Morelos". Cuando llegamos, yo me dormí un rato. Después de eso nos fuimos a una fiesta de la que me había dicho Emmanuel y casualmente Daniel también estaba enterado. Estuvimos poco rato, estuvo simpático también.
El domingo fuimos a comer a casa de mi prima Adriana a Apodaca. Lejos, lejos. Comimos chido. Conocí a unos hijos de mis primos que prácticamente no conocía y conocí a mi sobrino Miguel (lo conocí cuando él era muy chico). Me cayó bien. Me la pasé bien con mis familiares, hasta ganas de volver me dieron. Mi papá se fue el domingo. Mi hermana el lunes en la mañana. Me desperté temprano para acompañarla a tomar un taxi.
El lunes fui con mi hermano y mi mamá a Valle Oriente. Comí una dona. Fuimos a la Alameda a que Paco comprara machaca y glorias para sus amigos y mi mamá comprara glorias para su banda. Después debíamos comer. Se me ocurrió ir a Interplaza. El error fue que nos fuimos por el mercado y pues no es una parte bonita, sí vimos a dos borrachos tirados. Tenía la intención de llevar a mi mamá a que conociera la iglesia del Roble (o algo así), pero por alguna razón, la iglesia esta cierra los lunes. En la noche se fueron Paco y mi mamá.
Etiquetas: graduación, naderías, vacaciones
2 Comments:
At 12/7/08 5:22 p.m., A Miami Idle Sun said…
Es curioso que te haya dado hueva despertarte temprano el día que te dieron tu título.
Inche gente huevona qué no abre en lunes. Hubieras metido la matraca de contrabando... lol
At 21/7/08 4:09 a.m., Kluzter Benavides said…
pero le gente huevona que no abre los lunes (en espeecial las iglesias y museos) lo hacen asi porque los domingos si esta abierto como los dias regulares.
:P aqui se menciona lo de la fiesta. dde la que mencione en el post anterior :P
yo creo que ni note que habian aplaudido cuando yo pase. lo que si ha de notarse ha de ser cuando al que pasa frente a ti le aplaude todo mundo y a ti no te aplauden tan fuerte.
Publicar un comentario
<< Home