Mi vida errante

cha cháaaan

miércoles, junio 04, 2008

Flores

Acabo de ver flores.

Si algún día llego a regalar flores de nuevo (tiene varios años que no lo hago), he de hacerlo con más cuidado. Quizá una flor basta para decir lo mismo que una docena. Quizá baste con incluir gardenias en el arreglo, pues hay una letra de Ibrahim Ferrer que se hizo bastante famosa. Quizá la clave no es tanto el regalo, como en todo, sino la idea de saber que uno esté presente para otra persona en momentos aleatorios. Quizá debiera anotar que al momento en que yo regale una o más flores a una persona puede ser más que regalar uno o más chocolates, pues una flor se nota, uno no puede ir por la calle caminando con una flor en la mochila. También puede ser que no sea tanto el regalo sino lo que uno dice a la hora de darlas (las flores, obviamente) lo que pudiera hacerlas especiales y creo que al intentar dar flores, quizá debiera anotar lo que habría de decir o al menos pensarlo de antemano, quizá sería más fácil decirlo, aunque lo dudo. Al momento de estar parado frente a una persona a quien yo, Rodrigo Morales fuera a regalarle alguna flor, seguramente me pondría tan nervioso como cuando me dieron mi título: haría un gesto raro y no sabría que decir, mientras las manos me temblarían y entre los gestos al menos habría alguna sonrisa extraña.

Tómese en cuenta que para mí regalar flores en un día aleatorio no es como cagar. Para comprarlas tengo que haber tomado la decisión, y para entregarlas, tengo que estar decidido. Los nervios, quizá, permiten que salgan de mi boca cosas que deben tener algo de cierto, pero no todo: creo que el día en que compre unas flores, será por impulso: "si no lo hago hoy no lo hago nunca", pero con un antecedente lo suficientemente sólido como para que el "si no lo hago hoy..." no degenere en "no hay pedo si no lo hago, mejor voy a dormir, en un rato debo estar en tal o cual lugar."

A mí no me gustan mucho las flores. Bueno, creo que huelen bonito y que quizá pueden dar un poco de vida a mi casa porque huelen bonito, colorearla, pero por otro lado, se mueren y se convierten en basura en algún punto del tiempo, creo que su mayor defecto es que este punto en que se vuelven basura no dista mucho del día en que se adquieren: son un gusto que dura poco, igual que la calidez de una persona voluble, o que un chocolate en mi casa, o que la sensación de emoción al subir a una atracción mecánica o incluso la duración de un paseo en alguna.

Por otro lado, regalarlas, según recuerdo, regresan a cambio la sorpresa de la otra persona. La expresión de extrañeza, gusto o sorpresa que no se ve todos los días en la gente, pero que cuando se ve siempre es grata.

Creo, por otro lado, que si regalare flores en el futuro, creo que me podría bastar el gesto de la persona que las recibe y las gracias. Y bueno, creo que no falta que lo diga, si algún día regalare flores en un día aleatorio, no sería a una persona al azar, sería algo premeditado porque si no es un quemononón (es una expresión obvia, pues). Ja.

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1 Comments:

  • At 5/6/08 7:35 p.m., Blogger Kluzter Benavides said…

    "creo que me podría bastar el gesto de la persona que las recibe y las gracias"

    Ya bien se ha dicho antes que uno jamás hace algo sin esperar absolutamente nada a cambio.

    pero eso no es necesariamente malo... mañana voy a infy!.. wish me luck!

     

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