Mi vida errante

cha cháaaan

martes, mayo 26, 2009

Bailongo o el Apañón

(Es largo, pero esto había que contarlo tooooooooooooooooooooodo)

Sopas, que tocaban el Gran Silencio, Panteón Rococó y Maldita Vecindad. Yo no iba a ir, porque acababa de ver a Maldita Vecindad y Panteón Rococó, pero por $ 150 varos (Toño y Emmanuel me dijeron que estaba en 150), pues como que no le hice el feo.

Compré mi boleto creo que un sábado (podría verlo en mi archivo de gastos, pero dejémoslo en la incertidumbre). Otro pedo, ya me veía ahí.

La Cita

La cita era a las 3 de la tarde del sábado 23 de mayo, antesala al Día. Todo listo, llegamos a las 15:45. Fila y larga. Aún no abrían. Pasé a comprar golosinas para que no nos fuera a dar hambre. Llegaron Emmanuel y Toño. Empezaron a dejar pasar. Nos formamos. Toño vendió su boleto y se fue a una boda.

Entramos a una explanada. La única sombra que había era la que proyectaba el establecimiento de carros de al lado y, por otro lado, la de una palmera. Había gente en fila recibiendo la sombra de la palmera. Bastante curioso. El piso era de tierra con grava encima, hubiera sido muy amable poner pastito. Nos sentamos.

Los baños estaban medio mal ubicados, pero estaban limpios. No mucho después fui a verlos.

Ruido Norte

De repente empezó Ruido Norte, ya como a las 5, creo que rascando las 6. Como que son medio conocidos acá. Había banda que se sabía las canciones. Son buenos, pero son una banda más de ska, a mi gusto, que no es el más educado. Divertido.

Terminó Ruido Norte y hubo un receso. En ese momento busqué a Adri y Duarte. Fui a saludarlas. Me dijeron que dos hermanos de Emilia tocaban en la siguiente banda. Volviendo con Pato y Emmanuel, vi a Emilia y Esteban. Saludo, plática.

Hermanos Caballero

Empezó HC. La primera canción se me hizo muy chida, lo mismo que las últimas dos. Las de en medio se me hicieron como de cumbia kings y Big Boy. No lo más cercano a mi gusto, pero supongo que simpático.

El Gran Silencio

Volví con Adri y Duarte en el receso, y cuando volvía con Emmanuel y el Pato, que aún no se habían querido acercar a la turba, noté que tenía sed. El Pato quería una cerveza. Compré mi agua y, cuando iba a emparejarme con el pato para acompañarlo en la fila, empezó el gran silencio. No recuerdo con qué canción empezaron, probablemente no la conocía, ni con cual siguieron, pero se armó el slam. Slam amigable, nadie entraba tirando patadas, sólo eran los empujones, producto de los brincos. Todo en orden.

Para cuando empezó el gran silencio, la explanada desplegó sus encantos sin reparos: los brincos de la gente empezaron a levantar una polvareda que de repente era insoportable, había que cubrirse las vías respiratorias para estar ahí. Vi que alguien señaló las piernas del Pato, que llevaba bermudas: estaban blancas del polvo. Recordé de nuevo la gracia de la grama. No había mucho espacio para quejas, el desmadre estaba chido, los brincos, "El Chúntaro style", los gritos, la banda tocando, los cargados... Esteban amagó con cargarme y yo de buena gana acepté que lo hiciera. La gente me cargó, no más de 10 segundos. Divertidísimo.

Caí de pie y completito del otro lado de la valla. Alcé las manos para que el de seguridad no fuera a llegar a ayudarme con la delicadeza que los distingue. En un lapso como de 5 segundos o menos, esperé que llegara alguien a llevarme de nuevo a la turba. Error. Llegó un tapón de alberca (un tipo chaparro y choncho, moreno) y me agarró por la espalda, con su antebrazo en mi cuello. Por su corta estatura (por la que seguramente no entró a la milicia y tuvo que dedicarse a otra cosa, dice el ardido ahora que lo escribe), me encorvó hacia atrás. Yo le sacaba plática, pero no, el tipo sentía que había agarrado al Chapo y podía extorsionarlo y ensuciar su historial o no sé. Me llevó a un lado, pensé que me soltarían ahí. Ahí era la salida de vuelta a la turba. Error. El que parecía su superior preguntó por radio a alguien qué hacer conmigo, él tampoco tenía idea de lo que procedía. Le dijo que me sacara. En ese momento ya no me agradó. El taponcito me llevó al otro lado, a una puerta, le dijeron que estaba cerrada, a otra, me sacaron a mí y a otro vato (que se llamaba Francisco Peña, según oí cuando lo registraron, justo antes que a mí).

El Apañón

El taponcito nos entregó al "honorable" cuerpo de policía municipal de Monterrey. Entre que me agarraron y me esposaron:

- Órale, por andar peleando.
- Pero no estaba peleando.
- Cómo no, por broncudo.
- No estaba peleando.
- ¿Cómo no?
- En serio que no.
- Cállate

Nos pusieron de manos a la pared y empezaron a catearnos, ya para entonces había otros dos incautos, Luis y un vato que se llamaba, creo, Laphael (oí que le deletreó el nombre al policía).

- ¿A qué te dedicas?
- Soy desarrollador... bueno, ingenieron en sistemas, pues.
- ¿traes armas?
- no
- No voltees. ¿tomaste algo?
- Nada, agua

Me golpeó en la espalda, cerca del riñón derecho.

- ¡Que no voltees!

Me cateó los bolsillos, las espinillas, etc. Regresó a los bolsillos

-¿Es todo lo que traes?
-Sí
-¿Es todo?
-Sí

Guardó mis ciento cincuenta pesos el ladronzuelo, un chómpiras con autoridad, pobres de nosotros con esa policía. Se cayó mi credencial dorada, la pisé para que no fuera a querer extorsionarme o publicarme en algún periódico o alguna madre así. Terminó el cateo. Nos empezaron a acarrear. Los cuatro que íbamos íbamos por lo mismo y diciendo qué había pasado.

-¡no me llames güey!
-Bueno, Oficial...bla bla bla

Les importaba poco. Nos subieron a la camioneta. Recuerdo a tres y a uno poco. Dos pedantísimos, infladísimos por la autoridad que su placa les da. Uno incluso amagó con desenfundar su pistola. Jodidos. Los otros dos, discretos y hasta amables. Asumo que serían subordinados. Preguntaban por nuestra causa y a quiénes habíamos ido a ver.

Ahí en la camioneta vimos a una señora que, a modo de protesta al ruido, había atravesado su carro en una avenida de cuatro carriles. Por ejemplo, ahí les tembló el asteroide para hacer algo en su contra.

Desde que empezó el cateo hasta que terminó la noche, me resonó "Apañón" de Maldita Vecindad, y no dejé de pensar en lo curioso que era que me hubiera tocado justo un día que iba a ver a tal banda otra vez. Eso y "en lugar de andar queriendo pescar banda en un concierto, deberían andar vigilando donde realmente hay asaltos, ahí no meten las manos." "¿será que les den comisión por llevar gente? (además de lo que de por sí roban a los levantados)"

Trepados

En la camioneta nos tocó escuchar "Duerme Soñando". En la camioneta nos tocó que se pusieran pedantes con los celulares. No mucho después subieron a otro incauto, un tal Jaziel. "No hablen por teléfono" (en una de esas fue que el estúpido amagó con sacar la pistola). Decidí sólo mandar mensajes. Uno a Arellano, uno a Emmanuel Benavides y uno a Cristhian Narváez. Nos dijeron que nos llevarían a ¿Alamei? Nombre que asumo que uno de mis acompañantes, hasta la fecha, no conoce, pues lo preguntó como cinco veces. Él sí iba medio borracho, los demás íbamos en cinco sentidos. Jaziel incluso "acababa de llegar", según dijo.

En la camioneta, tratando de platicar con el tarado cabezadura de pelos necios, infladísimo, la banda preguntó que por qué nos llevaban, que no era justo, le dijimos qué había pasado, le dimos razones, pero volvemos a que a él le valía gorro. "Por mis huevos los llevamos", "ya cállense. Miren, la verdad es que no sé. Es una falta administrativa". Esto después de callar a la gente y amagar con desenfundar la pistola. Cuando amagó con la pistola (no recuerdo si sí la sacó y apuntó o sólo amagó con sacarla, que se me hace irreal, porque eso no lo hubiéramos visto), fue cuando pensé en lo jodido que estaba nuestro cuerpo de policías como para que un pedante ignorante así decidiera sacar la pistola sólo para intimidarnos. En la camioneta también nos tocó oir "círculo de amor".

Finalmente arrancó la camioneta. La banda que me acompañaba no quería decir su nombre, asumo que andaban muy enojados. Yo como que ya quería distraerme, pese a la frustración y el coraje. Me llamaron Adri y Emmanuel Aquino, no les contesté. Ahora creo que por educación debí mandarles un mensaje a ellos. En ese momento pensé "No creo que se den cuenta entre el ruido y los empujones, y además, creo que les jodería el concierto". Mi razonamiento fue: "alguien que esté fuera y que a huevo se de cuenta de que su celular sona o vibra" o está haciendo un holograma de la Virgencita de Guadalupe o lo que sea que haga.

Me contestaron los tres. No recuerdo si a los tres les mandé el siguiente o sólo a Narváez. Recuerdo que al final sólo a él le di la dirección precisa, creo que tras un "vamos para allá".

El Camino

Del camino, sólo puedo destacar que Carlos Guerra, el copiloto, que sí platicó con nosotros un rato, y parecía más amable, hizo alguna broma sobre que cuando vean policías "corran, ya es más peligroso que ver un ladrón". Un humor medio negro, sobre todo viniendo de un policía. Camino largo.

El Alamei

Finalmente llegamos. Bajamos. Ahí estaba de nuevo el ladronzuelo él y uno de sus compañeros, uno de los amables, llenarían nuestras formas de ingreso a ese lugar donde la tecnología de los últimos 15 años no parece haber llegado. Entré en tercer lugar, de cinco, y noté que una chica gorda, que no se veía en sus cinco sentidos y tampoco absolutamente nada elegante, hizo gesto aprobatorio a la entrada del que entró antes que yo, que creo que fue Francisco, uno aprobatorio a mi entrada, uno aprobatorio a Luis y uno desaprobatorio a la entrada de Jaziel. Me pareció chistosón.

[Actualización]

No recordaba que cuando andaban llenando nuestros formularios, noté que el que me robó mi dinero tenía un hoyo en su short. Pensé que sería muy chistoso decirle que se comprara un short con los $150.00 que me había bajado y sonreí. "Pobrecito", ojalá le hayan servido para comprarse un short, "o para metérselos por...".

[/Actualización]

Cuando estaban registrando al Laphael, sus conocidos (les había hablado en la camioneta, pidiéndonos que hiciéramos ruido para que los polis no se dieran cuenta), habían hecho una llamada y lo sacaron. No pisó el bote. Le dije que se pusiera la del Puebla, aún a sabiendas de que no lo haría. La mayoría sólo ven por su bien, e incluso no creen que alguien en su misma situación pueda querer ayudarlos un poco al menos.

Nos registraron. entregamos nuestras pertenencias. El encargado anotó la marca de mi celular y yo le pregunté si no era necesario el modelo, de malas me dijo "¿tú me vas a venir a decir cómo hacerlo?"

Adentro

Pasamos a una revisión. Individualmente pasábamos a un cuartito y revisaban que no trajéramos armas. Sí, en boxer y peor, pero ahí lo dejaré. No, no taaaaaaan peor, no exageréis. Sentadilla. "Mientras más rápido mejor.", pensé. Vámonos, siguiente.

Justo antes de mí en la revisión había un tipo ahogadísimo de borracho. Bastante chistoso que haya tenido la desfachatez de decir al médico que no había tomado nada, cuando apenas podía estar en pie. Cuando le pidieron que soplara el alcoholímetro se hizo el desentendido. Se lo pusieron medio a la fuerza pero lo escupió dos veces. Tras la segunda el médico, riéndose, dijo que se lo llevaran.

El médico bromeó conmigo, me preguntó qué había pasado, preguntó por golpes o heridas, me pidió que me levantara la camisa para ver. Le dije que el policía me había golpeado en el riñón derecho. "Date la vuelta"... "¿Algún pellizco de jotito? , ¿nada?" Me dio mucha risa que se burlara de que le hubiera dicho del golpe. Un policía me dijo que en unos años ya me tocaba el examen de próstata, y le dije que "no gracias", entre risas.

"Ahí van otros Veinticuatros, para la ocho". Entramos a la celda ocho los cuatro. Nos sentamos. Celda de borrachitos, y un vato que habían metido por algún lío laboral, lo habían apodado "el Chino" (cabello chino). La mayoría estaban dormidos. Un don me dijo que a él lo habían levantado sólo porque sí. Me pareció medio irreal, pero luego un taxista me dijo (en una plática completamente ajena a esos menesteres) que eso pasaba. El borrachito decidió apodarme "El Chino Dos", por el cabello. No mucho después me llamaron a una entrevista.

Entrevista con Narváez

En resumidas cuentas:
-¿Por qué te trajeron?
-Bla bla bla (lo que ya conté)
-Jajaja, bueno, ¿y ahora qué hago?
-mmmm, no sé, pensé que habrías preguntado.
-No.
(risas de ambos)
-Disculpe (a la encargada), ¿qué procede para que me saquen?
Nos explicó.
-Bueno, ya viste.
-Sí.
-Mmmmm. ¿Y tú qué pedo?, ¿qué hiciste hoy? Digo, ps ya está la entrevista, no sé cuánto dure, pero ps hay que usar el tiempo que proveen.
-bla bla bla (pendejadas)
-bla bla bla (pendejadas)
-Ah, oye, anota este número y llama y di que Francisco Javier está en el bote, y les explicas. Le dije al vato que llamaría a su casa.
-Sale pues. Voy a ver el trámite.
-Ora.

De vuelta a la celda. Por cierto, uno de los oficiales de ahí se apellida Castillo, creo que era Andrés. Un tipazo.

No pasó mucho más, sólo destacaría los dos que llegaron muy machitos que sí me hicieron pujar porque andaban diciendo que había que amotinarnos y bla bla bla. Nadie los fumó. Uno de ellos era pelón. Al pelón, que estaba renegando y gritando, lo calmaron a gritos. El otro se calmó solo al ver que nadie le hizo segunda con su motín. A cada rato llegaba gente. Yo asumí que porque era sábado. Unos sólo llegaban y se acostaban a dormir. La celda, por cierto, no estaba sucia. Hasta estaba decente. Después de un rato llegó otro vato medio renegón, y el que se había querido amotinar se paró a "defenderlo" y creo que a querer ver si podía fugarse. Quién sabe. Se llevaron a los dos. Asumimos que golpearon al que quiso amotinarse. Eso bastó para que el otro se calmara. Al "Flaco" lo llevaron a la otra celda, y aún golpeado, le renegó al policía algo.

La Espera

"Rodrigo Morales". "A huevo", pregunté el teléfono de alguien más. Por demorarme no quisieron abrirme.
Otro rato. Largo. "Rodrigo Morales" Misma situación, en lo que confirmé el teléfono de Jaziel, ya se hicieron pendejos cuando les pregunté "¿dijeron Rodrigo Morales?" "No, no, para nada".

"Es que así son, debes estar atento, porque si no brincas, ya no te dejan salir", [El Borrachito]
"Tú te ves decente, ¿por qué paraste acá? Se ve que tú eres un tipo sano, no te juntes con mala gente" [Un borracho que se ve que estaba por peleonero]

Cambio de celda. Otro rato. Anduve entretenido escuchando al borrachito y viendo como Luis se burlaba de él diciéndole "no, no semos" (como el sicario de Montemorelos). Hasta que llegó el punto en que el Borrachito le decía "hazle" y el otro lo hacía ya medio castrado, pero como para que no se fuera a enojar o fuera a haber problema.

"Rodrigo Morales" Brinqué. "Chino, nos vemos" (el borrachito), "Fíjate si ves un vocho blanco con rayas rojas cuando salgas" (el señor que levantaron porque sí). Pasé por mis cosas.

Vámonos

Hice una fila de uno al recoger mis cosas, un vato de San Pedro, según oí. El encargado se volvió un tipo servil cuando lo atendió. De hecho, le había tocado celda para él solo, y decía el borrachito que a esa banda le dan comida. Cosas de la vida:

-¿Y vive en San Pedro usted?
-Sí, sí, ahí tiene usted su casa.
-Noooo, ni tiempo tengo, pero gracias, muchas gracias.

Cerdo. A mí ni "de nada" me dijo el ojete cuando le agradecí por darme mis cosas. Me despedí de Andrés Castillo (si es que se llamaba así) y me dijo que cuando se me ofreciera, sin el servilismo del otro. Creo que eso lo noté porque el otro había sido un pedante con todos los que había visto, excepto con este muchacho.

Salí. Afuera estaba Narváez. Pensé en pagarle en seguida el costo de la multa, pero decidí hacerlo después de llamar a la familia de Jaziel. Salí del recinto.

Afuera estaban Adri, Duarte, Esteban y Emilia, los saludé, y llamé a la familia de Jaziel, les expliqué cómo había estado el asunto. "Ah, bueno, gracias." No sé si me hayan creído. Espero que sí. Me despedí de la banda. Estaban a lo lejos Zitlali, Ricardo y Chucho. Narváez me apresuró porque me dijo que llevaban un ratote allá esperando. Nos fuimos.

Camino largo. No volví a ponerme los tenis negros sino hasta hace poco. Todo un ritual ponerles las agujetas, lo mismo que quitárselas, ritual inoportuno cuando uno va a entrar a los separos. Llegué a mi casa, tonteé un rato y me dormí.

Al día siguiente, carne asada con la Familia Schivre. Le pagué a Narváez los quinientos pesos de la multa. Sí, de 150 que iba a costarme, el chistecito me salió en 800 (sin contar el transporte).

Apañón

Es muy cierto que la letra no es una descripción precisa de la situación, pero la idea es la misma: los policías abusan de su poca autoridad.

¿Cuánto tiempo estuve?

Pues todo el teatrito duró como 3 horas. A las 12 yo estaba subiéndome al carro de Ricardo. Debo haber estado encerrado unas dos. Creo que parte de la tortura es no poner un reloj para que uno sepa cuánto tiempo lleva.

El Regalo de Cumpleaños

Como bien han de saber, cumplí años el lunes que siguió a ese:

"Qué mejor regalo que la libertad", atinada y ácidamente me dijo Emmanuel Benavides.

Ja.

Etiquetas:

sábado, mayo 23, 2009

Rompecorazones

Bien, el jueves que pasó fuimos al Café Iguana. Estábamos parados tranquilamente. Emmanuel dijo -Hey Hoil, mira a tu izquierda.
-¿Qué?, ¿el gordo? (extrañadísimo).
-No, no, no ves, te tapa el gordo. Hay una chica que seguro te llamará la atención.
-Ah, bien.

Se movió el gordo y había una chica. No era fea, no era guapa, pero la precedían sus dos hermanas esas que inevitablemente uno nota. Se acercaron y ¡Qué pedo!, de la nada la mujer esta se puso a brincar. Yo brinqué.

-¿Tienes una tacha?
-(cara de extrañado) ¿No?.

Se volteó y se fue.

-¿Por qué iba a llamarme la atención? No es fea, pero ps tampoco me llamó la atención.
-No, no, en el sentido concreto de llamar la atención, de esas que "notas" a huevo.

Traía tictacs, pero se me pasó decirle.

Etiquetas: ,

El Extranjero

Bien, ya no me acuerdo mucho de las canciones del día ni el concierto, pero anotaré lo que venga a mi cabeza. Recuerdo que esperé con ansias el 20 de marzo, desde el 5 de diciembre que compré mi boleto. Fue viernes.

Comienza el espectáculo...

Pues bien, un día de trabajo normal. Llegué más o menos temprano, salí cansado y castrado, seguramente. Estábamos citados a las 9 y yo había salido a las 6 y como la gente suele llegar raspando, decidí que lo mejor era ir a mi casa, descansar los 20 minutos de holgura que tendría y llegar una hora y pelo antes. Llegué a la casa, me acosté 20 minutos, salí, compré un agua, un mamut y unas galletas en el 7/11, a fin de que no me diera hambre ni sed a medio concierto. Me tomé el litro y medio de agua entre mi casa y el parque fundidora.

ERRRRROR, al parecer ahora la gente había decidido llegar a tiempo. Llegué a las 7:40 y había una fila larguísima "puta madre" y "ni pedo". A tratar de llegar al final de la fila. La fila se acercó, yo me puse al final y pasé. A esperar la cancha ya tenía bastante gente. No mucho después llegó Emmanuel.

Bienvenido al Club de los Imposibles

El concierto empezó a una hora decente. Creo que a las 10. Duró dos horas y 40 minutos.

Al inicio pasaron videos como de arte pop. Finalmente el Club de los Imposibles. Buenísima. Tristemente, a Bunbury lo oye mucha gente fresa/gay, entonces todos se quedaron parados cantando. El espectáculo era bueno, lo mismo que la música, modificada en melodía y a veces hasta en ritmo en varias canciones, y la gente siguió impasible.

Circularon Extranjero ("una canción que en su tiempo se nos hizo muy política..." y al igual que en el DF, "México es el único país donde no me siento extranjero"), infinito, Lady Blue (cuya interpretación varió bastante de la original, buenísima, Yo la reconocí. Muchos no sino hasta que empezó, seguro), Apuesta por el Rock n' Roll, Bujías para el dolor ("esto les va a doler"), Hay muy poca gente, el Hombre delgado que no flaqueará jamás, el Porqué de tus silencios, que creo fue en la segunda tanda, Que tengas suertecita, una mezcla de mundo feliz y one, two, three (y creo que también hoy no estoy para nadie), creo que Hermosos y Malditos, Sácame de aquí, Sí, Una canción triste, El rescate, Alicia, (creo que) De mayor y algunas que no conocía o que he oído muy poco, creo que la primera vez que cerró lo hizo con Lady Blue. Quise llamar a mi hermano o a mi hermana en alguna, pero mi celular no tenía pila. No lo había cargado y de por sí ya no aguantaba naaaaaaaaaaaaaaaaaaaada.

...Y al final

Y al final, pues "...y Al final". Cerró la segunda tanda. Sólo regresaron para tocar una más:
"Es muy difícil tocar una canción después de ...y al final" (o algo similar). El tiempo de las cerezas.

Para Recordar

Se equivocó en "...y Al final": dos veces "que te explique que no..."

El tarado que me la armó de pedo porque yo estaba brincando adelante de él: "Ya te vi, a ti nadie te está empujando." Él estaba atrás de mí y me llevaba unos 30 cm de estatura y unos 20 de espalda. Ni pedo. Hijo de puta. Me moví. Ahí es donde regreso a pensar que la gente acá disfruta diferente, o más bien, la gente fresa. Sólo en apuesta por el rock n' roll el público brincó un poco, pero más tardaron en hacerlo que en dejarlo: en "ya no puedo..." ya sólo yo brincaba.

En algún momento se puso a chupar Corralejo y don Julio. Un chistín sobre que no nos podía invitar a todos, que el mismísimo don Julio tendría que ir, así que por ello él bebería por todos nosotros.

Haciendo cuentas, los discos de los que más tocó, fueron Pequeño y Flamingos, quizá en tercero Hellville de Luxe.

"Nos sabemos todo el repertorio de José Alfredo Jiménez y Agustín Lara". De esto, creo que nos dejó más, pero como quiera no hay pedo, el espectáculo es muy bueno. Creo que las variaciones a las canciones obedecen a que no tienen quizá todos los instrumentos de otras versiones, aunque en el escenario había un teclado y un piano. Sí, un piano. Hubo también un acordeón. Creo que nadie extrañó los instrumentos de viento.

Volvería a verlo, sin duda, pero me gustaría estar en un lugar con gente más apasionada. Me trajo el recuerdo de Soda Stéreo y Héroes del Silencio. Creo que eso influye para que en lugar de que toquen tres horas y cacho como en el Distrito, toquen menos, pero como quiera al espectáculo eso no le quita nada. Buenísimo, ya dije.

Una curiosidad sería que noté que algunas compañeras de prepa son fanáticas del vato, esto por "la" red social. Me pareció chistoso que una de ellas escribió algo así como "Me duele la cabeza, me voy a tomar unas Bujías para el dolor" quizá no eso, pero algo cercano que hacía referencia a que para aliviarse un dolor iba a usar unas "bujías para el dolor". Creeeeeo que no va por ahí. Ja.

Etiquetas:

Celular KP110

Pues bien, como dije antes que lo haría, compré un celular. Excedí la regla por poco, pero aún en presupuesto. No fue Alcatel, porque no hallé uno en presupuesto que me gustara y tuviera java.

Bien, el proceso fue el siguiente:

1. Salí a caminar al centro a ver celulares en la gama de precios: 0-800 pesos, con excepciones. Hubo celulares en la lista de hasta 1500 varos, pero yo sabía que era lo suficientemente marro para no comprar uno. Al final, seguro ni usaría sus funciones.

2. Busqué alguna página en internet con las características de todos los celulares que consideré. Hallé www.gsmarena.com y revisé las características de cada uno. Anoté estas en una hoja de excel para compararlas. ¿Por qué en internet? Básicamente porque me repatean los vendedores, y más porque seguramente (y seguro los subestimo, aunque una cumplió la regla) me iban a decir todas las monerías de los celulares y cuando les preguntara por Java, me dirían "sí, se pueden bajar juegos en java" y al decirles "MIDP" me dirían "sí, en internet puede bajar juegos, y tiene bluetooth, reproductor ...".

Noté LG agrega Java desde 400 pesos.

Al final los que quedaron en la mira fueron KP105, KP110, Sony Ericsson K330.

Los tres tienen características más o menos similares.
Las diferencias:
K330 no tiene reproductor de mp3, pero tiene bluetooth y cámara.
KP110 tiene reproductor de mp3 y entrada de tarjeta.
KP105 es lo mismo que KP110, pero sin el reproductor ni la entrada de tarjeta de memoria flash.

3. Fui a coppel y lo compré

Es tedioso comprar un celular al menos en el coppel al que fui. Fui a dos. Al primero que fui me dijeron "mmmm, sólo tenemos el que está en exhibición" y yo pensé "chales" y como hay más coppels que oxxos en el centro, decidí ir a otro.

Llegué al coppel de Cuauhtémoc, donde tras una espera laaaaarga, la chica me dijo "Es probable que el único que tenga sea el que está en exhibición, ¿lo compraría?" y con un cargo de conciencia (incluso pensé en regresar al otro coppel, pero me dio hueva) dije que sí. Ante mi respuesta, la chica, entrada en carnes, me dio un papel en el que escribió "presupuesto" y las características del celular. "Sube las escaleras y pregunta si hay". Subí las escaleras y pregunté. No había en almacén. Bajé las escaleras y unas doñas estaban comprando un celular. Otra espera, la chica interrumpió y me preguntó "¿Te lo facturaron?" "No" (ella no me dijo que ya que debía pagar allá, aunque no me dieran nada). Subí de nuevo. Esperé un poco a que la chica de la caja terminara de hablar con un señor al que le habían mandado a su casa dos abanicos (acá a los ventiladores se les llama abanicos) en lugar de tres. Pagué. Bajé con mi nota. Esperé un ratito a que las mismas doñas terminaran el trámite. Hizo algo con el celular y luego lo agregó al Registro Nacional de Usuarios de Telecomunicaciones (otra espera) y finalmente me lo entregó.

¿Por qué LG KP110?

La decisión no fue tanto por los 120 pesos de diferencia entre KP110 (680) y K330, sino porque pensé "la neta NO voy a usar la cámara. El Bluetooth está chido para tener una característica más en caso de que en realidad me ponga a practicar j2me, pero no es algo que vaya a usar. En cambio, el reproductor de mp3, que tampoco seré muy dado a usarlo, no me hace daño, además que creo que lo usaría más que las otras dos."

Y listo, compré el KP110a de LG.

Ahí les dejo las especificaciones de los que consideré en comprar ya estando en Coppel:

http://www.gsmarena.com/lg_kp110-2391.php
http://www.gsmarena.com/sony_ericsson_k330-2428.php

Etiquetas: ,

Faltas

Decía el buen Kart:

"Estaba pensando que actualizo esta madre con tan poca frecuencia que:
1.- Dudo que alguien la siga checando
..."

Creo que estoy en un punto similar. Las últimas dos entradas no las publiqué. Una sí, pero luego la quité. Quizá siga en el caché de google.

No subir cosas obedece a que me ha dado flojera, o que simplemente no quiero subir cosas para quejarme de cosas cuya solución estuvo y no ha dejado de estar en mis manos.

Vi a Bunbury, fui a El Cielo (en Tamaulipas), fui a Real de Catorce, fui a Tepehuajes y nuevamente a El Cielo, Tamaulipas y no he sido para agregarlo. Regresando, falta de ganas, creo que por una depresión medio profunda bla bla bla. A ver si mejoro mi situación.

Etiquetas: