Mi vida errante

cha cháaaan

domingo, noviembre 13, 2005

Cuestionario

You Are Scary

You even scare scary people sometimes!

Córdoba, Ver., a domingo 13 de noviembre de 2005

Listo, estoy a un paso de terminar el trámite del servicio militar y todo parece que no haré a pesar de que me desperté a las 08:50 am para una cita a las nueve, que llegué y no oí mi nombre porque el salón central, donde se nos citó, tenía espacio para, cuando más, cien personas. Llegué a las nueve con tres y el lugar ya estaba atiborrado de gente, claro que me tocó afuera del salón (debíamos ser como entre trescientos y cuatrocientos, contando a los de adentro del salón) y no se oía un carajo (para acabarla de chingar el hombre hablaba suave y no faltaba el montón de pendejos que estaban platicando, uno que estaba muy cerca de mí tenía voz de pito y me molestaba su voz, resultó que estaba platicando porque había metido los papeles muy poco antes de la fecha límite, lo asumo porque fue de los últimos en salir. Hijo de puta pendejo).
Lo admito, yo estaba preocupado porque pensé que, de tener falta (y sería muy probable que tuviera porque no se oía nada), haría servicio a huevo. El hombre acabó de pasar lista, salieron los que estaban en el salón y la masa de afuera, de la que formaba parte, comenzó a empujar hacia adentro del salón. Ya adentro, el señor de las cartillas dijo que el sorteo se había suspendido, que a él apenas le habían avisado, que llevaba treinta y seis años dedicándose a lo mismo y que, como nunca fallaba, había decidido llegar y hacer lo mismo de cada año. Propuso volver a pasar lista, pues, como dijo la masa, no se oía en la parte de afuera del salón. Excelente. Oí mi nombre contesté "presente" (yo estaba en los nombres centrales de la lista) a las diez de la mañana (comenzó la segunda vez a las nueve cuarenta y acabó a las diez quince, yo sabía que estaría a la mitad porque metí los papeles a mediados de junio) la primera pasada acabó a las nueve cuarenta, debió empezar a las nueve en punto.
En lugar de salirme justo cuando pasó mi nombre me esperé al final (a pesar que se nos había dicho que nos fuéramos al oir nuestro nombre) porque quizá hubiera dado alguna recomendación más.
Listo. Ahora sólo tengo que llevar una copia de una constancia de estudios (no recuerdo si debía ser original o copia, creo que oí copia a más de que cuando metí los papeles no pedían más que copias), una del acta de nacimiento y una del curp en cualquiera de las siguientes fechas:
- 8, 15, 22 ó 29 de enero (sábados). A partir de las ocho de la mañana.
- 6, 13, 20, 27 de febrero (domingos). A partir de las ocho de la mañana.
No hubo sorteo, no hubo bolas blancas y negras. En enero me dirán si hago o me la liberan.
El señor mencionó que sólo nos habíamos inscrito mil.
Es bueno vivir en un lugar pequeño, es bueno porque "Todos somos Cór-do-ba".

viernes, noviembre 04, 2005

Sin título 1

No se me ocurrió título alguno que no hubiera usado ya.
Ha sido una semana cansada. El fin de semana cuidé (si se le puede decir así) a Román, el perro del Barbas. Es una labor difícil cuando se vive solo. El sábado me desperté tarde y aún tenía que ir al supermercado. Ni pedo, fui. Recibí un mensaje en que Rubén me informaba que le había dado de comer. Me sentí tranquilo. Llegué a casa del Barbas y le di de comer a Román (Rubén comentó que le había dado poco, el pobre no había desayunado y por ello decidí darle más; de cualquier manera no se lo comió). A las seis acudí a la cita en la escuela. Según teníamos que ir a probar el equipo que usaríamos en el concurso. Salimos tarde. Me fui a dormir.
Me desperté temprano y fui a mi casa a bañarme. Fui a la Gasolinera, donde había quedado de verme con Javier (quien, junto con el duro y conmigo, formábamos el equipo). Empezamos a las diez. Salimos a las dos y cacho. Nos fue en lo que yo creo era el promedio (dos problemas resueltos). Hubiéramos resuelto más de no ser por los putos errores en la redacción, uno más. Con suerte y mucha memoria hubiéramos resuelto un cuarto problema. Yo resolví uno. Entre Javier y el Duro resolvieron el otro que entregamos. Tardamos un ratote en este último. No nos aceptaban la respuesta. Tras muchas preguntas e intentos, se nos dijo que estaba mal el ejemplo. Fue odioso, nos lo dijeron a un rato de terminar el concurso. Nos paramos y comimos de la gorra que había. Fuimos a comer a los treinta. Comí una tampiqueña, estaba rica, pero esperaba más. Viva la Gorra.
Del concurso, puedo decir que Oscar, un yucateco conocido que asistió a la sede CCV, me decepcionó un poco. Yo esperaba que ganaran. Nosotros resolvimos 2, ellos sólo uno.
La semana ha sido igual que las demás, con la variante del chocolate caliente que se preparó en mi casa el martes 1. Tomamos chocolate y comimos pan de muerto, pan que me acabé ayer en la noche (sobró uno entero el martes, estuve desayunando y cenando eso hasta acabármelo). Asistieron Moya, el Barbas, Pancho, Azucena, el Peludito y Lino.
Hoy me molestó mi clase de probabilidad. Una vez más, la maestra repitió un tema ya antes visto en clase. Esto porque la bola de huevones de los ñoños (contradictorio: ñoños huevones, quizá sólo sean tontos) no entendió o no quiso hacer la tarea. Otro tema de retraso. Creo que hubiera podido salirme. Cuestión de respeto, no me salí.