Las Velas
No fue sino hasta el fin de semana que conocí un pastel con velas nuevamente y es que, como dice una amiga, un cumpleaños sin pastel no es un cumpleaños. Por otro lado, no recuerdo si siempre que he comido pastel le hayan puesto velas.
Como cada quien tiene sus creencias, y la común de todos es pedir deseos al apagar las velas, este pastel, que tenía 3, para el interlocutor tenía tres deseos (y si no pedía era de mala suerte), de los que me sobraba uno. Para pronto pensé en dos.
Mala suerte, pareciera haber pedido lo opuesto. No sólo no se me cumplieron, pasó lo opuesto apenas un rato después.
(esto lo anoté después de mi cumpleaños 25)
Como cada quien tiene sus creencias, y la común de todos es pedir deseos al apagar las velas, este pastel, que tenía 3, para el interlocutor tenía tres deseos (y si no pedía era de mala suerte), de los que me sobraba uno. Para pronto pensé en dos.
Mala suerte, pareciera haber pedido lo opuesto. No sólo no se me cumplieron, pasó lo opuesto apenas un rato después.
(esto lo anoté después de mi cumpleaños 25)
Etiquetas: Textos
1 Comments:
At 8/11/10 11:40 p.m., arturosc said…
Los deseos de cumpleaños nunca se cumplen. Es puro pedo, ni pex.. Suerte a la próxima!
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