El Examen de la Vista
En aquellos días, se celebraba en Aguascalientes la fiesta de San Marcos. Era primavera, y Rodrigo andaba en su edificio de trabajo, regresando de tomar sus alimentos. En eso, a sus lentes se les rompió una pata. Al ver la situación, tomó sus lentes, los levantó y dando gracias los maldijo diciendo "estos lentes no me duraron nada".
En fin, se me rompieron los lentes. Me duraron un año y tenían ya una compostura. Mi intención ahora es comprar dos armazones: uno "de batalla", barato y duro y uno a precio normal, más bonito y no importa que sea un poco más frágil que el otro. Incluso llegué a considerar probar los lentes de contacto, pero cuando lo pienso realmente, me da escalofríos. Ya iba yo a ver los lentes que compraría para las situaciones de riesgo bajo (trabajo y diversiones tranquilas), pero un cuate me dijo que un amigo suyo iría eventualmente a darnos descuentos en su óptica (su cuate tiene una óptica). Ya pasó hoy yo no pasó nada, pero bueno. La situación fue que ayer fui por mis lentes de batalla. Había unos de cuatrocientos pesotes y unos de novecientos. Sí, consideré los de novecientos, pero luego lo pensé de nuevo: me incomodan mucho (eran lentes deportivos y en la posición que deben ir me tropiezan las pestañas, tendría que usarlos más abajo de donde deben y se ve raro). Compré los de cuatrocientos, se ven duros y aguantadores, no son bonitos, pero no necesito lentes bonitos para tener en el bolsillo, estamos de acuerdo (los lentes de batalla de repente los gaurdaré en el bolsillo, donde se maltratan).
El Examen
Pedí al optometrista que me hiciera un examen de la vista. Pasamos al cuartito. Por cierto, cada vez que me hacen de esos exámenes me siento más cegatón, pero al final resulto con la misma graduación (a veces más 1.5, a veces menos).
Me puso en la silla donde van cambiando los lentes rápido en un artefacto y ponen a leer las letras del muro. Después de eso, me dio esos lentes enormes donde pueden cambiar la graduación fácilmente.
-¿Cómo ves con esa graduación? Camina un poco y me dices cómo ves, ¿ves el piso levantado, hundido?
-Pues veo bien, pero sí, veo el piso redondo, levantado redondo.
[cambio de graduación]
-¿y ahora?
-Pues veo bien, pero ahora veo hundido, como inclinado hacia abajo.
[cambio de graduación]
-¿Y ahora?
Decidí concentrarme en sólo un punto de la habitación para que no variara tanto el pedo.
-Pues veo inclinado de nuevo.
[cambio de graduación]
-¿Y ahora?
-Igual, veo bien, pero sí medio inclinado.
[cambio de graduación]
-¿Y ahora?
-Igual, vaya, lo que pasa es que casi todo lo veo bien, pero en aquel punto veo como hundido, o inclinado.
-Ah, es que ahí está inclinado, joven, mire (y puso su pie sobre la rampita).
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah.
No supe qué decir en ese momento y decidí usar otro sitio para comparar. Ja.
Acepté la compra y me fui. Me los dan ocho días después. Se me hizo mucho, pero ps ni pedo. Los recibo el miércoles 12.
En fin, se me rompieron los lentes. Me duraron un año y tenían ya una compostura. Mi intención ahora es comprar dos armazones: uno "de batalla", barato y duro y uno a precio normal, más bonito y no importa que sea un poco más frágil que el otro. Incluso llegué a considerar probar los lentes de contacto, pero cuando lo pienso realmente, me da escalofríos. Ya iba yo a ver los lentes que compraría para las situaciones de riesgo bajo (trabajo y diversiones tranquilas), pero un cuate me dijo que un amigo suyo iría eventualmente a darnos descuentos en su óptica (su cuate tiene una óptica). Ya pasó hoy yo no pasó nada, pero bueno. La situación fue que ayer fui por mis lentes de batalla. Había unos de cuatrocientos pesotes y unos de novecientos. Sí, consideré los de novecientos, pero luego lo pensé de nuevo: me incomodan mucho (eran lentes deportivos y en la posición que deben ir me tropiezan las pestañas, tendría que usarlos más abajo de donde deben y se ve raro). Compré los de cuatrocientos, se ven duros y aguantadores, no son bonitos, pero no necesito lentes bonitos para tener en el bolsillo, estamos de acuerdo (los lentes de batalla de repente los gaurdaré en el bolsillo, donde se maltratan).
El Examen
Pedí al optometrista que me hiciera un examen de la vista. Pasamos al cuartito. Por cierto, cada vez que me hacen de esos exámenes me siento más cegatón, pero al final resulto con la misma graduación (a veces más 1.5, a veces menos).
Me puso en la silla donde van cambiando los lentes rápido en un artefacto y ponen a leer las letras del muro. Después de eso, me dio esos lentes enormes donde pueden cambiar la graduación fácilmente.
-¿Cómo ves con esa graduación? Camina un poco y me dices cómo ves, ¿ves el piso levantado, hundido?
-Pues veo bien, pero sí, veo el piso redondo, levantado redondo.
[cambio de graduación]
-¿y ahora?
-Pues veo bien, pero ahora veo hundido, como inclinado hacia abajo.
[cambio de graduación]
-¿Y ahora?
Decidí concentrarme en sólo un punto de la habitación para que no variara tanto el pedo.
-Pues veo inclinado de nuevo.
[cambio de graduación]
-¿Y ahora?
-Igual, veo bien, pero sí medio inclinado.
[cambio de graduación]
-¿Y ahora?
-Igual, vaya, lo que pasa es que casi todo lo veo bien, pero en aquel punto veo como hundido, o inclinado.
-Ah, es que ahí está inclinado, joven, mire (y puso su pie sobre la rampita).
-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaah.
No supe qué decir en ese momento y decidí usar otro sitio para comparar. Ja.
Acepté la compra y me fui. Me los dan ocho días después. Se me hizo mucho, pero ps ni pedo. Los recibo el miércoles 12.
Etiquetas: genialidades, naderías
2 Comments:
At 6/5/10 8:39 p.m., Kluzter Benavides said…
Lo del piso chueco es una majestuosidad
Siempre te andas regateando las cosas, más tacaño que los regios ¡qué bárbaro!
At 7/5/10 2:15 a.m., Rodrigorum said…
Tenía que opinar. En esta ocasión no regateé. Fue el destino. Si no me gustan, o superan mi presupuesto, ps no le entro y ya :P y compro mis lentes en otra óptica. XD Los lentes baras son porque son necesarios. La idea, como dije, es tener dos armazones. Uno bonito y uno FUERTE y barato. :D
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