Viiiiiiiiiiiiva Aguascalientes'n
Pues debo contar de perdida medio a medias.
Sí, el camión salió a las 2352 (estaba marcado que saliera a las 2345). En ese viaje pagué propinas a diestra y siniestra.
1. Para el cargador que me llevó las cosas del carro de Gabi al camión.
2. Para el cargador que subió las cosas y que me pidió explícitamente para el refresco, como por mordida. No me remordió, porque aunque sé que estuvo mal hacerlo, yo llamé para preguntar y jamás me dieron razones. Sólo me dijeron "cuando llegue al camión ahí le dicen". Probablemente hubiera pagado lo mismo de sobrepeso, no era tanto, pero se lo di al cargador. También influyó que ya estaba bien castrado de esperar cuando llegó el camión. Yo llegué temprano y no había modo de documentar las cosas antes, el único modo era llegar al pie del andén a esperar el camión y en el instante subir las cosas.
3. Para el cargador de Aguascalientes, que me dijo "ahí lo que me quiera dar" y le di diez pesos y me rezongó "no, mínimo quince". Y le di creo que sus quince.
4. Para el maletero del hotel. Ya no tenía cambio, le di veinte pesotes, que al final fueron diez y diez, luego ya no le di cuando me fui.
Sí, YO pagando gente que me cargara las cosas, pero ps es que sí eran bastantes, no pesaban tanto, pero no eran fácilmente cargables:
Maleta grande, maleta chica, mochila, pantalla y gabinete de la computadora.
Llegué a Aguascalientes el domingo 1 de marzo de 2010. Llegando, que llegué a las 6:52 a mi habitación del hotel, llamé a mi mamá y luego a mi papá (que me dijo que le hablara al llegar). Mi papá no contestó, estaban, obviamente, dormidos.
Dormí en la primera cama de las dos matrimoniales de la habitación del hotel. La empresa me pagó el hotel una semana, en lo que conseguía casa. Al despertar, llamé a Pati Ramírez. Acordamos vernos creo que a las cinco. Ella llegó tarde. Entre ella y su novio me ayudaron a buscar el lugar donde me tocaría trabajar (por el momento la empresa estaba en una ubicación temporal, más bien, estaba esperando la mudanza, que hicimos semana y media después). Mientras llegaba la hora, anduve en el hotel, me bañé y creo que comí. Pregunté por el camión que me llevaba a donde quería.
En mi primer recorrido noté el parque Héroes Mexicanos, y un par de plazas, también vi el templo de San Diego. Decidí que debía ir al parque Héroes. No he ido. He ido a las dos placitas, al templo de San Diego y a otros lados, pero no al parque Héroes. Llegué al templo de San Diego y pregunté por la catedral. Ahí habíamos quedado. Esperé a Pati. Llegó. Ella y su novio amablemente me dieron un recorrido medio rápido por algunas partes de la ciudad. Cuando buscamos la empresa, me llevé una sorpresota: en la dirección que me habían dado había una tortillería. Sí, una tortillería. Llamé a la chica de RH y me dijo que no, que esa no era la dirección. Cuando le conté de nuevo, negó haberse equivocado. Bueno, yo tengo el correo. Como quiera es irrelevante. Cuando me dieron la dirección, ya la banda me dejó en el hotel. No mucho después me fui solo a conocer el lugar donde trabajaría al día siguiente. Quedaba a unas cuantas cuadras del hotel. Eran alrededor de las ocho de la noche. Compré unas galletas y leche para cenar.
Empezando el Trabajo
Debo admitirlo, los primeros días de trabajo fueron medio deprimentes. En la planta donde estábamos no había ventanas, estaba oscuro, había ruido de máquinas todo el día, como no tenía gafete tenía que llevar una escolta al baño, como no tenía identificador, no tenía cuenta propia en la computadora que sacarondelamanga para darme y creo que el primer día no tuve internet.
El primer día me dieron unos artefactos para conocerlos. Después de un rato, pues ya estaba fastidiadón. En sí, no hice gran cosa los primeros días. Poco a poco se tornó menos incómodo. Me dieron una computadora lenta, pero con cuenta propia, identificador, etc. Ya podía ir al baño. La comida, por cierto, era muy barata. Según me dijeron, costaba como 13 pesos (estaba subsidiada).
Semana y media después nos mudamos. Enorme diferencia. Es increíble lo que hace la luz natural. Es un motivador. Si las empresas proveyeran a sus trabajadores de luz solar, quizá no necesitarían mandarlos con Miguel Ángel Cornejo. ja.
Ya para entonces me asignaron tareas que a la postre sólo sirvieron para tenerme entretenido. Está bien, pese a que no eran tareas del todo gratas.
Ese día compré un periódico para buscar casa.
El Hogar
Encontrar un lugar para vivir no fue taaaaan fácil, y no lo fue sólo porque no tenía el periódico adecuado. El primer día de trabajo compré dos periódicos. Pocas cosas cerca de donde está la oficina nueva. Pocos departamentos, en general. La breve cantidad de departamentos obedece, según yo, al hecho de que en esta ciudad casi no hay condominios, ni edificios, en general. Casi todos los conjuntos residenciales son de casas de uno y dos pisos. Yo buscaba algo por el precio de lo que pagaba en Monterrey, y que fuera más o menos lo mismo: un lugar con baño, cocina y cama y en esos periódicos anunciaban mayormente casas, que obviamente salían de presupuesto.
Esos días gasté saldo de modo irreal. Muchos "nos" y los que estaban cerca eran "ya se rentó". De esos periódicos creo que sólo vi un departamento el martes. Estaba en medio de donde es la feria. El centro cerca (caminando), el sur cerca (a un camión), el norte cerca (a un camión). El problema era que era muy parecido a lo que habían sido mis hogares en Córdoba y Monterrey: lugares viejos, medio adecuados para ser rentados con baños feos. Cumplía con la cocina, tenía "dos recámaras", dispuestas igual que mi hogar de Córdoba: para pasar a la segunda, había que pasar por la primera a huevo. Se veía que había estado deshabitado bastante tiempo. El inodoro se había secado, y cuando quise lavarme las manos antes salió agua negra por el polvo. El suelo estaba polvoso y bueno, el baño era muy feo. Pensé en una especie de "maldición con los baños".
El miércoles creo que me quedé dormido, el jueves creo que seguí llamando, ya estaba medio convencido de ir a vivir a ese departamento de perdida "por mientras" y después de la feria buscaría de nuevo (para la feria la gente, obviamente, renta sus casas y departamentos). Quería dar otra oportunidad y comprar el periódico que no tenía. Digamos que un ángel también me dio su opinión de hacerlo. Compré el periódico y resultó que en este había rentas para tirar para arriba.
Jueves en la noche estuve leyendo y anotando, y el viernes estuve llamando gran parte de la noche. El sábado tenía citas en alrededor de nueve lugares diferentes, en una ciudad que no conocía, pero tenía un mapa y la gran mayoría quedaban por el norte, además que aquí todo está cerca.
Las Visitas
Había quedado con una señora a las 1120. Yo quería antes, pero ella no quiso y al final me desperté medio tarde. Nerviosón por la incertidumbre de llegar, tomé un taxi a las 11. El hotel está en la punta sur, y yo iba muy cerca de la punta norte de la ciudad. Cuando el taxi decidió no desviarse y pasar por todo el centro, pensé que no llegaría. Veinticinco minutos. Me sorprendí de lo cerca que estaba y del hecho de que aún pasando por el centro no me hubiera hecho mucho tiempo. Cabe mencionar que no hicimos más que un cambio de avenida.
El lugar estaba muy bonito, recién remodelado y pintado. Ya para entonces no andaba buscando departamento, sino un cuarto con acceso a cocina y baño, lo necesario para estarme uno o dos meses. Eran cuartos grandotes que compartían el comedor y los baños. Era buen lugar, excepto porque "No aceptamos visitas para dormir". La dueña está consciente de que por eso no se ocupan sus cuartos. En mi caso era absurdo quedarme ahí. Creo que eso le resulta a alguien de un lugar muy cercano y ya. A alguien que viene de lejos como que no, y menos cerca de la feria.
El segundo era un lugar parecido a donde vivía. Cuarto grandote, cocineta, un baño, todo viejo. Tenía de padre que era una puerta que daba a la calle. No había vecinos a los lados por ser zona medio industrial. Pensé que era candidato, lo único que me preocupaba realmente eran la estufa y el boiler eléctricos. Pedían dos mil pesos, incluía servicios. Un poco caro para lo que era.
Luego fui a dos casas bastante cercanas entre sí. Una estaba bien. No había acceso a estufa, pero eran cuartos grandotes con baño, en donde se compartía el comedor con los otros inquilinos. La señora era buena gente, pero torció la boca cuando le dije de visitas. La otra era una señora de unos cuarenta años, rentaba los cuartos de su casa. Ahí no había problema con las visitas. Lo que no me gustaba es que era como ser el "roommate" de la señora y de su hija. Vaya, eran cuartos de su casa a los que se entraba por la casa. Por otro lado, en el cuarto que podían darme había un tapanco. Era, pues, bastante amplio.
Saliendo de esas dos, tenía hambre. Vi un lugar donde vendían "¿lechón?" "Bueno, hay que probarlo". No raro no era en sí que vendieran tacos y tortas de lechón, sino que era una fonda, como si fuera algo común. Así es, hay varios puestos de lechón y fondas de lechón.
Después de comer fui al Cobano. Ahí la situación era compartir una casa con un matrimonio y con el dueño. Situación más cómoda. El problema era que el cobano estaba relativamente lejos.
De El Cobano me fui al Centro. Un departamento con LA ubicación, pero viejo como la madre Haydeé (una profesora de biología que insistía en que una solitaria puede llegar a medir cien metros. Era bastante viejita), además, uno de los dos que rentaban no tenía bóiler y pues el dueño me dijo lo que dicen los que no usan bóiler: "pero el agua viene tibia del subsuelo" (lo mismo dijeron los de Valles). Pese a lo viejo del lugar, era buen candidato porque estaba en el mero centro. A un camión del trabajo.
Luego anduve cachando a un tipo que rentaba un cuarto cerca de donde vivo justo ahora, pero como que no estaban muy interesados en rentar: "es que mi novia dejó la llave en su oficina...es que pensé que podía ir a la oficina a buscar la llave, pero no... es que se me apagó el carro", lo del carro se lo paso, pero lo de la novia se me hace irreal, sobre todo cuando le pregunté a la novia "bueno, podemos ir con un cerrajero" y me dijo que no. Como quiera, creo que justo antes de esa cita vi este departamento. Lo único que me ponía a pensar eran los tres meses que tenía que poner de golpe. Sí, TRES MESES de renta: dos de depósito y el de renta. Sin embargo, ya era sábado y al día siguiente debía mudarme. No era como para andar especulando. Acordé con la señora pagarle en la noche que la viera de nuevo. Me fui al centro a caminar.
En la noche vi a la señora y le pagué una parte. El domingo me mudé.
Etiquetas: naderías
1 Comments:
At 29/4/10 8:50 p.m., Kluzter Benavides said…
Y así es como nuestro héroe se hizo de un hogar en provincia.
Congrats dud! y en una semanita por allá nos veremos, si Ganesh quiere claro está
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