Mi vida errante

cha cháaaan

domingo, febrero 04, 2007

La sal. Sí, la puta Sal

La Sal y el Fantasma del Servicio social

Estaba yo contento de ya estar encarrilado sobre el servicio social. Mi alegría descansaba también en parte porque sólo debía tratar con la encargada de mi otra escuela para que me diera mis horas. Ya sólo esperaba mi usuario y contraseña para poder comenzar a hacer mi servicio, consistente en revisar tareas de personas que viven en zonas de difícil acceso. Mi tranquilidad igualmente descansaba sobre la fe y la confianza hacia las instituciones de mi nueva escuela que parecen ser más respetables. Y no es sólo que yo las asumiera respetables, en una ocasión, platicando con una amiga, ella me comentaba que las pendejadas que me pasaban a mí en donde estudiaba no pasaban donde estudio ahora.
Pues bien, Yo, Rodrigo Betatester Morales (betatester me llamaron en alguna ocasión en alguna materia kart, mauricio "mongo" y Ricardo Retana) he de ser la excepción. No sé, quizá sea cuestión de suerte. Esa suerte con las instituciones que, al parecer, no tengo. Sí, ahora puedo decir que esa clse de cosas también pasan donde estudio ahora, y pasan porque en algún momento alguien que hace capturas anda pajareando y casualmente pajarea justo cuando van mis datos. Sí, en esta ocasión sucedió lo que relato a continuación.

Como decía, sólo me faltaba recibir mi usuario y contraseña. Lo mejor fue que recibí dos. "Bueno", dije, "voy a tratar de entrar con ambas, la contraseña es la misma, por lo que probablemente haya un error". Y así lo hice. Entré con las dos, con una no funcionó. Empero, me pareció prudente avisar a la persona con que había tratado y comentarle que quizá era un error y la buena era la segunda. Y bueno, no sólo queda el hecho de haber sido capturado dos veces, también está el punto de que fui capturado para desempeñar una función que no conozco pese a que me iban a dar una función que ya había desempeñado (originalmente también pedí que checaran también eso o que me dieran un manual para este nuevo puesto). Estaba yo ya bastante campante y convencido de que haría esta labor, quería comenzar enseguida. La respuesta a mis dudas fue, a grandes rasgos: "no te preocupes, ahorita lo checo y ya pronto queda". Al segundo día de recibir este mensaje y no saber nada más, me comuniqué de nuevo con quien había estado tratando y me dijo lo que, por ser yo, tenía que haber pasado: "Lo que pasa es que el problema parece ser mayor de lo que esperaba, estás en Nuevo León en lugar de nacional y, al parecer, la buena es con la que no puedes entrar, mejor no hagas nada en lo que se resuelve el problema, tu nueva coordinadora es Z, comunícate con ella cuanto antes". Yo no esperaba hacer nada en lo que no se calmaran las aguas y pues ahora sabía que debía hacerlo así. Contesté pidiéndole de nuevo el manual para mi nuevo puesto y mi contraseña, que hasta que lo tuviera me comunicaría con mi coordinadora, creí que era lo mejor: llegar ya con todo medio listo. No hubo respuesta y, al día siguiente, me comuniqué con mi nueva coordinadora comentándole mi caso, ya un poco molesto, pues estaba yo nuevamente en el limbo del servicio social (en uno de los dos proyectos a los que entré). El mensaje no era agresivo, pero comentaba en algún punto algo así como "sería injusto que porque alguien ajeno a mí cometió una estupidez no me dieran mis horas del servicio", explicaba que no podía avanzar entre otras cosas porque ya ni siquiera podía (puedo) entrar con el usuario con que originalmente podía (y sigo sin poder entrar con el "bueno"). También le pedía que me explicara otras cosas, pero eran cosas generales sobre el proyecto: pedía el manual para el cargo y una explicación sobre las visitas que debía hacer a la comunidad donde estarían mis alumnos, o si tenía que ir estando en el cargo que desempeño, que no es de tutor. Miscelánea. Bien, la respuesta no se hizo esperar: a las dos horas me habló la coordinadora general del proyecto y quedamos de vernos el martes en la tarde, una hora después de salir de clases. Probablemente mi nueva coordinadora le comentó.

Será chistoso (no porque me dé risa por cuestiones naturales, sino porque de nada me servirá lamentarme, digamos que para poner una cara buena). Espero no me saquen del proyecto, sería injusto.

La Sal y la Cafetería

Este caso es pequeño e insignificante, pero no deja de ser medio curioso: decidí que el viernes comería en la escuela para ahorrar tiempo. Mi intención era comer en una hora y después haría un trabajo con mi compañera de equipo. Mi compañera me pidió que nos viéramos antes y accedí, no vi problema, únicamente comería más tarde, pero aún así comería en la escuela, siendo viernes y sin comida en casa de haber ido a ésta seguramente me hubiera dormido y perdido la tarde. Nos vimos a la hora acordada y el trabajo se extendió un rato, lo subestimamos, pero tampoco duramos una eternidad. Se fue ella y yo me quedé refinándole unas cosas. Cerca de las cuatro me paré para ir a comer a los puestos que están en el centro estudiantil de la escuela. Llegando noté que no había gente, como que ya habían cerrado. Pregunté y, efectivamente, ya no había comida: cierran a las 1530. La sal. Pensé que igual y me quedaría sin comer otro rato, que quizá ya todas las cafeterías habrían suspendido el servicio. Es un caso pequeño y burdo porque fui a ver a la otra región grande de cafeterías, donde estaba abierto y comí. Digamos que me sirvió para aprender.

La Sal y la Lista

Esto creo que es un poco más general. Llegué tarde dos veces en la semana a mi clase de los lunes, miércoles y viernes a las 8. Ya tengo una falta y dos retardos (que suman otra falta, 2/6). El viernes me desperté temprano contra todo, llegué temprano y, quizá por la sal o por lo que fuera, la maestra no pasó lista.

La Sal y los Cajeros Automáticos

El sábado fui a Walmart justo después de pagar la renta. Fui y decidí consultar mi saldo para luego sacar dinero, metí la tarjeta, le piqué al botón que dice "consultar saldo" y ¡MOCOS! un letrero que decía "No puedo realizar la operación deseada, su tarjeta será retenida, comuníquese con su banco" (no era así exactmente, pero era bastante parecido). La sal, la puta sal. Ese letrero sale cuando no hay dinero en el cajero ("No se puede efectuar la operación requerida") y uno le pica "realizar un retiro", sin embargo sólo dice que no puede y pregunta por otra operación. La tarjeta es retenida cuando uno da mal el número confidencial varias veces. No pasó ninguna de las dos. Pasó lo que le pasa a Rodrigo Morales, una pendejada extraña mezcla de otras dos. Pues ya iré a una sucursal el martes y pediré que me repongan la tarjeta. La sal, la puta sal.

La Sal y yo

Digamos que tengo una suerte mala para cosas pequeñas. Generalmente estoy salado en cosas que se resuelven fácilmente, pero me pasan un chingo. Hay a quienes les pasan una o dos al año pero son fuertes pendejadas. No, yo he de llevar, fácilmente unas 10 ahorita, entre cosas puramente relativas a la sal y otras que tienen que ver con que soy distraído, unas más pequeñas (que ni siquiera valen la pena de ser contadas y ya hasta se me han de haber olvidado) y otras no tan pequeñas (las que cuento).

Jaime

He vuelto a ver a Jaime, fui a verlo el jueves y el viernes. Allá en Córdoba fui todo el semestre. Aquí es más grande y está mejor cuidado, pero la cuestión del instructor está igual y, por muy grande, no rinde lo suficiente. En Córdoba era pequeño y los aparatos estaban descuidados, y no rendía en horas pico (nunca fui en hora pico, pero cuando iba en horas más razonables todo estaba ocupado). Aquí fui a las 21 y todo seguía lleno. Fui el viernes a las 19 y lo mismo, fui el sábado a las 10 y lo mismo. Aquí no rinde ni creo que lo haga, a menos que llegue a una de esas horas prohibidas para mi organismo, pero no creo. Del instructor no puedo decir más que el ojete nos vio tras nuestra petición de una rutina y nos dio una tarjeta con lo que debíamos hacer. Es chistoso, pues eso pasó porque somos varones yo creo. Pinche viejito caliente.

Cena de Cumpleaños

El jueves fui a la cena de cumpleaños de un amigo. Llegué a mi casa a la una y cacho. Creo que por eso me dio un poco más de molestia que la maestra no pasara lista, digo, me costó levantarme. La cena estuvo bien.

4 Comments:

  • At 5/2/07 8:53 p.m., Blogger Pac Morshoil said…

    Pues nada; la sal. La puta sal. El calvario de nuestra familia.

    Alguien en Contraloría General razonó fuera del excusado y copió erroneamente ni RFC. No sé cuánto tiempo tarde eso en arreglarse.

    El trabajo sigue de todos modos. Estoy en mi hora de comida =)

    Estoy bien y contento.

    Ah, y cuando hables del buen Jaime, asegúrate de que no pueda haber dobles sentidos y malos entendidos.

    Saludos muchos.

     
  • At 6/2/07 12:50 p.m., Blogger Rodrigorum said…

    Ni pedo. Qué bueno que estés bien.

    De lo de Jaime, no lo había visto así, si se ve de ese modo es bastante grotesco. Qué chistoso.

     
  • At 24/3/07 3:04 a.m., Anonymous Anónimo said…

    uiii miren Sonrian! la vida da!
    :)

     
  • At 24/3/07 3:08 a.m., Anonymous Anónimo said…

    Para la sal dulzulsura!

    ya que hace hoy en dia tanta falta!

    abrazos

     

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