El Inicio del Año

Viajamos rumbo al Puerto el 30. El 31 lo pasamos con mi papá, Ángeles y sus papás (para cenar) y, tras cenar, alrededor de la 1 nos fuimos a casa de mi tío Joaquín. En la casa, cuando cenamos, el menú fue el siguiente:
Bacalao (a la vasca, estuvo rico)
Pierna adobada (excelente)
El tradicionalísimo jamón envinado que año con año mi papá prepara(excelente)
Ensalada de coditos (estuvo rica)

En casa de mi tío joaquín hubo jamón envinado (mi tío también prepara uno, pero él lo hace salado), pavo, chiles rellenos y seguramente algo más. Estuvo rico. Nos retiramos de ahí como a las 4:30.

El 1 pasamos de nuevo a casa de mi tío Joaquín y luego a casa de Esperanza (la viuda de mi abuelo) a ver a la banda (más de mis tíos con sus respectivos hijos).

El 2 creo que no hicimos nada, creo que sólo fue un movimiento de refrigerador. La idea fue llevar un refrigerador que estaba en la oficina a casa de los papás de Ángeles y regresar con el de los señores. Fue toda una aventura. Sólo que no entendí a quién diablos se le ocurrió que la tienda donde se compró el refrigerador lo llevara a la oficina. De haberlo llevado directamente al hogar de los señores nos habrían ahorrado una vuelta.

El 3 fui a Cardel y en la tarde hice mi maleta.

Viaje a Monterrey

El cuatro, como estaba planeado, salí de Veracruz con rumbo a Tampico a las 10. Mi papá tuvo razón en que el autobús pararía varias veces (4), la única que no noté fue la última, en esa iba dormido. Me aventé dos películas (una de comedia, bastante mala y boba, comedia afroamericana boba y "The longest Yard") de las 4 que pusieron. De ahí en fuera dormí. Llegamos a Tampico a las 19:30. Debí confiar en mi instinto en lugar de confiar en los temores de mis familiares. Por esos temores compré mi boleto a las 2230 en lugar de comprarlo a las 2045 o incluso esperar algún autobús en la terminal de Tampico. He aprendido. En la espera crucé la calle y cené tacos. Dejé guardando mis maletas. Para entretenerme otro rato leí la parte de poemas del libro del lobo estepario. Supongo que no entiendo la poesía, no me gustaron mucho. Los leí para acabar el libro.

Revisión

En algún momento del viaje paramos. Había un par de camionetas junto al camión, en el acotamiento. Un tipo decía que era "la migra", pero yo no creía eso, generalmente los vehículos de migración tienen la inscripción de "INM" en las puertas. Pasado un rato subió un tipo con un perro. Era la AFI. Encaminó al perro (un pastor alemán que se veía bastante joven, alrededor de cinco o seis eses) a la fila que estaba frente a la mía, pero del lado opuesto del pasillo y le pidió a los ocupantes de esos asientos que se fueran para atrás, lo hicieron y entonces el hombre entró en acción. Invitó al perro a que oliera el piso. El perrito lo ignoró. Él insistía señalando al perro el lugar que quería que oliera (ya habían revisado el equipaje y la cajuela, supongo que el perro hizo alguna señal en la parte que correspondía a donde estaban ahora). El tipo se desesperó y empujó al perro para ver si lo convencía. El perro lo ignoró, en una de esas lo empujó y de algún modo el perro entendió que lo invitaba a subirse a un asiento. El perro se recostó en los asientos. El tipo hizo como que le tiró una pelota que tenía en un bolsillo. El perro lo ignoró. El tipo y el perro bajaron del camión. Fue batante chistoso.

A las 2230 subí a mi autobús con rumbo a Monterrey. Llegamos a las 530 de la mañana más o menos. Tomé un taxi y el taxista me llevó a casa del Papi. Fue raro, el taxista no sabía cómo llegar, y sin la dirección (el Papi no sabía su dirección, por lo que me dio sólo un croquis) el taxista se desesperó un poco, y yo no podía ayudarlo. En fin. Llegamos a casa del Papi. Dormí un rato y me fui a hacer mi horario.