El Fantasma

Entre las cosas curiosas que me han pasado en estas vacaciones, y que puedo contar en el breve lapso en que estaré sentado, está el caso de El Fantasma Teleadicto.
(No he anotado sobre mi navidad, como se puede notar fácilmente)

La televisión de mi recámara debe tener alrededor de 8 años. Es una Zenith de 26 pulgadas. Tiene, como todas las televisiones (o casi todas) la función de apagarse automáticamente, no así la de prenderse automáticamente. A eso debe sumársele que "el Sleep" se define como "dentro de cuánto tiempo se apagará", no es que se programe a cierta hora y a esa hora se apague. Pues bien, en todo el tiempo que he estado aquí en Villahermosa, día a día se ha prendido la televisión alrededor de las 18:50 y las 19:40. Podría ser que alguien hubiera descubierto la función de "despertador", pero en el manual no venía y nadie la ha programado para eso, también debe tomarse en cuenta que mi mamá no es muy hábil para hacer esas cosas y, siendo ella la única que habita la casa, no hallo mejor explicación que la existencia de un fantasma.

(quizá hay otras o tengo otras teorías, pero son menos entretenidas, prefiero pensar que hay un fantasma que disfruta ver la televisión abierta de las 7 de la noche).