Cuéntanse las Primeras Semanas de Notable Rodrigo fuera de Veracruz, su Arribo a Villahermosa y Otras Cosas que no Son del Todo Desagradables
Pues bien, tras algún tiempo de no escribir, he decidido volver a narrar las cosas que ocurren en mi vida. No las he escrito porque, al ser tantas, realmente me da algo de flojera. Es muy probable que omita muchos de esos pensamientos que se me ocurrieron en ratos de ocio y que omita cosas que hayan pasado en mi vida. Digamos que muchas se pueden contar sin mucho detalle y siguen diciendo lo suficiente. Nótese que en esta ocasión no omitiré los nombres, como en otras ocasiones lo he hecho.
Cuéntase del Paso de Rodrigo por la Ciudad de los Treinta Caballeros y su Inesperado Viaje a Puebla
Salió pues Rodrigo de Veracruz, la de anchas calles, y fue despedido con la gloria merecida. Pasado un tiempo arribó a la Ciudad de los Treinta Caballeros, un viernes a las seis de la tarde, y bajó del Autobús. Avanzó hacia la avenida y subió a un camión. Llegó a su casa, dejó sus cosas y se dirigió a comprar pan para preparar su cena y a la lavandería. Tras haberse saciado de pan y agua, meditó sobre un posible viaje a Puebla y, en una decisión impulsiva (un poco motivada por la ruptura de los planes antes pensados), salió a comprar un boleto para Puebla y viajó al día siguiente a las 1045. Llegó rayando, por primera vez en mucho tiempo de viajar en ADO. Se sintió incómodo al subir, pues la gente lo veía con las mismas expresiones con que él suele ver al último que se sube al autobús y lo retrasa.
Llegando a Puebla acudió a casa de Mario, el de hermanos menores, y, acto seguido, se dirigieron a un Bar (La Mentirosa), donde esperaban tres amigas del Enriquión, para ver el partido del esforzado equipo mexicano, que perdió contra la Argentina. Pasado un rato llegó Ramón y, tras haber saciado sus deseos de ver Fútbol se dispusieron a ir a Angelópolis, separándose Ramón a causa de otros compromisos.
Regresaron de Angelópolis a casa del Cunduacánido y se dispusieron a dormir, no sin antes ver la película Nicotina.
(Un poco sin mamadas) El domingo fuimos a ver a Rubén y Manuel (Muradás) y vimos el partido de Portugal contra Holanda. Tras eso me llevaron al Parián y otros dos lugares de cuyos nombres no es que no quiera acordarme, simplemente no me acuerdo. Visitado el último de ellos, fuimos a comer a alguna fonda de aquellas que abundan en el centro de las ciudades y, saciados de comer y beber, fuimos a recrearnos con el Billar a "La Noria". Acabando de jugar, salimos al encuentro de las amigas de Mario y fuimos a casa de éste para pasar el rato. El lunes fui a la cafetería de la Ibero y luego a ver el partido de ucrania y suiza en casa de Manuel y Rubén y, terminado el partido, fui amablemente llevado a casa de Mario, donde recogí mis cosas y partí para Córdoba.
Llegué a Córdoba el mismo lunes (obviamente) y compré mi boleto para Villahermosa para el martes. El martes arreglé los asuntos que debía y, finalmente, partí rumbo a Villahermosa, la del Reloj Floral.
El Divinal Rodrigo Arriba a su Natal Villahermosa
Debo haber llegado el miércoles 28 de junio a Villahermosa. Ese día no hice más que estar tirado en mi cama, creo que fui a casa de alguna de mis tías o de mi abuelita, muy probablemente a casa de mi tía Marisa.
Para resumir algunas cosas, el jueves fui al cine y el viernes a un antro.
El domingo fue 2 de julio. Tras ir a votar, fueron algunos amigos de Pichulfo a mi casa, pues el susodicho cumplía años. Me metí a la alberca un rato en la tarde y, ya en la noche, acudí por primera vez al boliche (en el que soy malo malo) y luego, igual por primera vez, al Yak y perdí dinero en los juegos.
No sé qué día fue cuando ocurrió lo siguiente. En vista de que Joel y yo no teníamos nada por hacer, decidimos ir al Yak (perdí dinero de nuevo) y después fuimos a cantar a su casa él, Manolo y yo. Realmente canto feo. Fue un día raro y hasta inverosímil, pues nunca de los nuncas hubiera pensado que, de no tener que hacer, iría a casa de alguien a cantar en un karaoke. Fue chistoso.
Admito que hasta que no acabó el mundial no puedo decir que viviera para algo más en las mañanas. Fue la final y la vi, y disfruté el partido hasta que expulsaron al mejor del campo, del mundial y quizá del mundo (por ahora y hasta dentro de algunos años) por una real estupidez (de su parte). Me sorprendí y los vi perder. Quizá yo me hubiera hecho de la vista gorda de haber sido el árbitro, debido a las condiciones del juego, de los involucrados y de la influencia que tendría la jugada. Ganó Italia.
Así pasó la primera semana completa en que el preclaro Rodrigo estuvo en Villahermosa.
De las Semanas que Siguieron Hasta el 23 de Julio
Admito que ya no recuerdo bien qué hice en esos días, o al menos con fechas, mas recuerdo que algún día fui a jugar boliche y, ante la imposibilidad de hacerlo, fuimos a jugar billar.
El 20 de julio cumplió años mi papá. Le hablé.
Fueron festejados Joel y Javier. Y, el mismo día en que fue festejado Javier, fui a tomar un café con mi famosísima exnovia (omitido por respeto) y luego fui a casa de Javier. En el camino, como que un tipo pensó en asaltarme, mas hice lo que cualquiera hubiera hecho al ver que un desconocido, no bienvestido, le habla y se le acerca en una callejuela, oscura y sin vigilancia, diciéndole que le haga un favor: cruzados dos diálogos, corrí. El tipo no me siguió, y no descarto que no quisiera a asaltarme y en realidad quisiera pedirme un favor, pero nunca lo sabré. Quizá no me siguió porque pasaría otro más pendejo que sí se le acercara y lo asaltaría (o le pediría el favor).
Vi Supermán Regresa el fin de semana del 20 de julio, creo que el sábado 22. Es una película dominguera. Tiene cosas con que no estoy de acuerdo, pero no importa, es entretenida.
Termina esta Entrada
Es un hecho que esta entrada es bastante larga, y hasta aburrida, pues siento que debería estar partida en varias entradas más cortas y mejor elaboradas, mas, si decido rehacerla, es casi un hecho que no la revisaré y corregiré en mucho. Y pasarán muchos días y muchas noches sin que yo, Rodrigo Morales, vuelva a pensar en escribir estas memorias, tal como ha pasado con las totalmente referentes al mundial de fútbol.
Cuéntase del Paso de Rodrigo por la Ciudad de los Treinta Caballeros y su Inesperado Viaje a Puebla
Salió pues Rodrigo de Veracruz, la de anchas calles, y fue despedido con la gloria merecida. Pasado un tiempo arribó a la Ciudad de los Treinta Caballeros, un viernes a las seis de la tarde, y bajó del Autobús. Avanzó hacia la avenida y subió a un camión. Llegó a su casa, dejó sus cosas y se dirigió a comprar pan para preparar su cena y a la lavandería. Tras haberse saciado de pan y agua, meditó sobre un posible viaje a Puebla y, en una decisión impulsiva (un poco motivada por la ruptura de los planes antes pensados), salió a comprar un boleto para Puebla y viajó al día siguiente a las 1045. Llegó rayando, por primera vez en mucho tiempo de viajar en ADO. Se sintió incómodo al subir, pues la gente lo veía con las mismas expresiones con que él suele ver al último que se sube al autobús y lo retrasa.
Llegando a Puebla acudió a casa de Mario, el de hermanos menores, y, acto seguido, se dirigieron a un Bar (La Mentirosa), donde esperaban tres amigas del Enriquión, para ver el partido del esforzado equipo mexicano, que perdió contra la Argentina. Pasado un rato llegó Ramón y, tras haber saciado sus deseos de ver Fútbol se dispusieron a ir a Angelópolis, separándose Ramón a causa de otros compromisos.
Regresaron de Angelópolis a casa del Cunduacánido y se dispusieron a dormir, no sin antes ver la película Nicotina.
(Un poco sin mamadas) El domingo fuimos a ver a Rubén y Manuel (Muradás) y vimos el partido de Portugal contra Holanda. Tras eso me llevaron al Parián y otros dos lugares de cuyos nombres no es que no quiera acordarme, simplemente no me acuerdo. Visitado el último de ellos, fuimos a comer a alguna fonda de aquellas que abundan en el centro de las ciudades y, saciados de comer y beber, fuimos a recrearnos con el Billar a "La Noria". Acabando de jugar, salimos al encuentro de las amigas de Mario y fuimos a casa de éste para pasar el rato. El lunes fui a la cafetería de la Ibero y luego a ver el partido de ucrania y suiza en casa de Manuel y Rubén y, terminado el partido, fui amablemente llevado a casa de Mario, donde recogí mis cosas y partí para Córdoba.
Llegué a Córdoba el mismo lunes (obviamente) y compré mi boleto para Villahermosa para el martes. El martes arreglé los asuntos que debía y, finalmente, partí rumbo a Villahermosa, la del Reloj Floral.
El Divinal Rodrigo Arriba a su Natal Villahermosa
Debo haber llegado el miércoles 28 de junio a Villahermosa. Ese día no hice más que estar tirado en mi cama, creo que fui a casa de alguna de mis tías o de mi abuelita, muy probablemente a casa de mi tía Marisa.
Para resumir algunas cosas, el jueves fui al cine y el viernes a un antro.
El domingo fue 2 de julio. Tras ir a votar, fueron algunos amigos de Pichulfo a mi casa, pues el susodicho cumplía años. Me metí a la alberca un rato en la tarde y, ya en la noche, acudí por primera vez al boliche (en el que soy malo malo) y luego, igual por primera vez, al Yak y perdí dinero en los juegos.
No sé qué día fue cuando ocurrió lo siguiente. En vista de que Joel y yo no teníamos nada por hacer, decidimos ir al Yak (perdí dinero de nuevo) y después fuimos a cantar a su casa él, Manolo y yo. Realmente canto feo. Fue un día raro y hasta inverosímil, pues nunca de los nuncas hubiera pensado que, de no tener que hacer, iría a casa de alguien a cantar en un karaoke. Fue chistoso.
Admito que hasta que no acabó el mundial no puedo decir que viviera para algo más en las mañanas. Fue la final y la vi, y disfruté el partido hasta que expulsaron al mejor del campo, del mundial y quizá del mundo (por ahora y hasta dentro de algunos años) por una real estupidez (de su parte). Me sorprendí y los vi perder. Quizá yo me hubiera hecho de la vista gorda de haber sido el árbitro, debido a las condiciones del juego, de los involucrados y de la influencia que tendría la jugada. Ganó Italia.
Así pasó la primera semana completa en que el preclaro Rodrigo estuvo en Villahermosa.
De las Semanas que Siguieron Hasta el 23 de Julio
Admito que ya no recuerdo bien qué hice en esos días, o al menos con fechas, mas recuerdo que algún día fui a jugar boliche y, ante la imposibilidad de hacerlo, fuimos a jugar billar.
El 20 de julio cumplió años mi papá. Le hablé.
Fueron festejados Joel y Javier. Y, el mismo día en que fue festejado Javier, fui a tomar un café con mi famosísima exnovia (omitido por respeto) y luego fui a casa de Javier. En el camino, como que un tipo pensó en asaltarme, mas hice lo que cualquiera hubiera hecho al ver que un desconocido, no bienvestido, le habla y se le acerca en una callejuela, oscura y sin vigilancia, diciéndole que le haga un favor: cruzados dos diálogos, corrí. El tipo no me siguió, y no descarto que no quisiera a asaltarme y en realidad quisiera pedirme un favor, pero nunca lo sabré. Quizá no me siguió porque pasaría otro más pendejo que sí se le acercara y lo asaltaría (o le pediría el favor).
Vi Supermán Regresa el fin de semana del 20 de julio, creo que el sábado 22. Es una película dominguera. Tiene cosas con que no estoy de acuerdo, pero no importa, es entretenida.
Termina esta Entrada
Es un hecho que esta entrada es bastante larga, y hasta aburrida, pues siento que debería estar partida en varias entradas más cortas y mejor elaboradas, mas, si decido rehacerla, es casi un hecho que no la revisaré y corregiré en mucho. Y pasarán muchos días y muchas noches sin que yo, Rodrigo Morales, vuelva a pensar en escribir estas memorias, tal como ha pasado con las totalmente referentes al mundial de fútbol.