Notas Deprimentes

Es algo que ya he pensado antes, pero no lo había escrito. Supongo que no se me había ocurrido en momentos oportunos.

Creo que hay gente que no podría tener mi vida. No se lo desearía a nadie. Claro, hay gente con una vida menos disfrutable. El problema no es que mi mundo esté mal, o que las cosas estén en desorden, o que tenga problemas reales, no, creo que el problema está en mi cabeza. El problema radica en la discrepancia entre mi realidad y mi punto de vista sobre la vida.

Mi punto de vista: la vida no se limita a la escuela. No es algo nuevo, creo que nunca he pensado que la vida se limite a hacer las labores escolares y mi despensa.

Mi realidad: creo que no necesito decirlo. Cada vez que pienso en eso creo que mi vida es relativamente vacía. No llevo una vida fuera de la escuela. Me despierto y acudo. Hago mis labores. Los fines de semana hago mi despensa y hago tarea. Casi nunca salgo. No he conocido gente nueva desde que estoy aquí. Bueno, sí he conocido, pero una cosa es conocer (llevar clase con ellos) y otra es conocer (tratar), mi punto de vista es que las relaciones humanas se hacen fuera de la escuela, a menos claro que uno esté con una persona en la escuela todo el día, pero es algo que se da poco; en ese todo el día pueden salir esas pláticas que salen del mundo escolar y son con las que uno va conociendo a la gente: sabiendo que no les gusta el tomate, la cebolla, el queso amarillo, etc. Que los martes son días de fiesta; que no vota porque ninguno de los tres buscará dañar a la república; que su papá vende órganos; que se cortó el cabello porque si no su mamá no le da de comer; que lleva clases de piano los sábados y por ende no le gusta desvelarse en viernes; que, pase lo que pase, meterá a sus hijas a ballet porque las niñas se ven chistosas en tutú; que aún existen anillos mágicos; que no debo ser un vividor, pues aún hay quien busca varones simpáticos; que en algún momento de la vida se interesó en la metafísica, hasta que un día predijo cómo llegaría vestida una profesora; que a magui le gustan las palomitas con mayonesa; que juega en la liga de Neria; que mañana le harán un examen médico para entrar a la cervecería y hoy está agarrando el pedo; que estuvo en el coro pero no le agradó la maestra porque no la movía a mejorar; que la cicatriz es de cuando pintaba y se cayó, entonces se abrió la cabeza; que se quemó con una varilla; que de niño se enterró un vidrio en la cara; que cuando ha buscado las cosas por las buenas no jalan, no así cuando ha sido un vividor; que la primera vez que le puso el cuerno a una novia suya fue sólo para que ella tuviera razones para decirle que lo hacía; que lo que tiene ella es que cuando platicas con ella en ocasiones quedan muy cerca y eso atrae; que si su papá estuviera vivo ya lo hubiera cagoteado; que una vez caminó desde la escuela (en Fortín) hasta Córdoba a las 23 horas; que cuando su papá vivía le daban mucho menos dinero del que le dan ahora; que el sombrero no se le presta a cualquiera; que su cuñado tiene como cinco escaleras diferentes en su casa y dos campers (por ende se deduce que su cuñado es un gringo consumista); que su suegro tiene escopeta; que Nogales es grandísimo, pero a lo ancho; que le va al América porque sus cuates de la colonia le van al América; que la pregunta ¿y si nos casamos? salió jugando n64.

De esos diálogos sobre nada se conoce a la gente o de salir a comer con ellos. No se conoce con verla un día nos 3 horas en la mañana o 3 en la tarde para hacer un trabajo. Hay mucha gente que conocí en Córdoba y con la que traté muchas horas de clase, o muchas en trabajos, pero de la que no sé nada, o sé poco. Todas las cosas que anoté arriba me las dijo alguien, o las oí de alguien en una plática. Aquí es un hecho que no puedo decir nada similar de mucha gente con que he hablado. Puedo decir poco, pero cosas más triviales. Y bueno, volviendo al problema, la vida está en tener retos y si el único es la escuela, creo que es algo vacía. Un poco más llena que cuando no existía ni ese, pero a costa de estar en un lugar donde conoces a cuando mucho tres personas, y quizá no vayas a conocer a nadie más, entonces la vida seguirá siendo vacía: sólo la escuela y poco trato real con la gente, sin más retos que los académicos y sin mucha más gente para conocer.

Bueno, haré mi tarea. Ja.