Mi vida errante

cha cháaaan

domingo, diciembre 03, 2006

Todos Somos Córdoba 2

Según yo, ayer habría de viajar al Puerto justo después de mi ensayo de coro, al que iría justo después de acudir a buscar mi cartilla liberada.

Me desperté, por alguna extraña razón, a las 6 (puse mi despertador a las 7 y lo oí sonar sin haber dormido esa hora, es frustrante cuando eso pasa) y a las 830 estaba llegando al ayuntamiento de Córdoba. Iba yo muy fresco y campante con mi credencial de elector y sólo eso. Error. Cuando llegué me encontré a un Manuel y me dijo que algo había que entregar, y que ese algo era el recibo de cartilla. Entonces lo recordé todo y vi que, de ir a mi casa y no tenerlo, sólo llegaría tarde a coro (de tenerlo habría perdido una hora). Decidí irme a coro y, como suele ser, fui el primero en llegar. Llegué 20 minutos antes de la hora acordada.

Los Divos

Habría que decir que en coro la mayoría son unos divos. La mayoría de ellos llegan tarde. De hecho hay una amiga que llega tarde e invariablemente saca alguna excusa. Nunca he oído sus excusas, pero es irreal que siempre le pase algo. A mí me pasan cosas absurdas y soy puntual. En fin. Son chistosos. Hay otro un poco más honesto y apegado a la realidad. Es impuntual, se sabe impuntual y se disfruta impuntual, sin recato lo admite. Creo que eso es más correcto.

Siguiendo con la Historia

Salí de coro. El ensayo estuvo entretenido. Fui a Aurrera a comprar nuggets, un litro de leche, un jabón y una dona. Despensa bastante raquítica debido a que sólo era para ayer sábado. Mi comida, mi cena y un jabón para los diez días que me faltan para irme a Villahermosa. No compré el jabón. Dormí un rato. Pensaba irme al cine, pero decidí que mejor sería no gastarme ese dinero en ir al cine, tenía hueva. Me puse a leer. Seguí con "El Lobo Estepario", que recién comencé de nuevo. Me identifico con algunas partes del personaje.

El Invento del Siglo

Cuando estaba formado para pagar en Aurrera, de repente noté que el señor que estaba adelante de mí (un señor de edad ya algo avanzada) se quedó viendo un objeto de esos que la gente se arrepiente de llevar cuando está en la caja, era uno de esos cassettes que sirven para agregar un lector de discos a un artefacto que sólo tiene casetera (no sé cómo decirle, supongo que un "cassette convertidor" o algo así) y me preguntó "¿y eso para qué sirve" y pues yo le expliqué.

-Ah, y ¿sí sirven?, ¿tú has usado alguno?
-Sí, sí sirven.
-¿Cómo?, ¿y eso cómo se hace?
-Pues mete el cassette en la casetera, conecta el cable a la entrada de audífonos de un discman, pone play y pone el disco.
-¿Sí?, ¿y ese cable no interviene con un conector de corriente?
-No, el plug va a la entrada de audífonos, es para pasar la "señal".
-¿Entonces puedo poner un disco en cualquier reproductor que no tenga lector usando esta cosa?
-Sí.
-No mano, ¡esto es el invento del siglo entonces!
-(Tuve la decencia de contener la risa) Pues sí.
-El hombre pagó los cincuenta pesos que costaba y se fue maravillado.

Orizaba al Anochecer
Por alguna razón fui a Orizaba. En parte debido a que siempre me ha quedado la espina de que no conozco el lugar, que pocas veces he ido a caminar allá como lo he hecho tantas en Córdoba. He caminado para conocer las calles de Orizaba (ahora) sólo tres veces.

Llegué al parque del museo de arte y noté que cierran las calles en sábado, igual y fue sólo por la ocasión, había batucada por la Virgen y todo. Me senté a leer. En otra ocasión tuve la tentación de hacer lo mismo en Fortín y no lo hice. Irme al parque a leer y a ver pasar a la gente. Es hasta cierto punto más bonito leer en un parque que encerrado en una recámara, aunque no se lea con la misma concentración y uno tarde el doble para leer lo mismo. Aproveché para poner en práctica un ejercicio de atención. Ponía atención a la lectura y a la vez trataba de poner atención a la plática de los transeúntes o al ritmo de la batucada. Fue entretenido. Estuve ahí como una hora. Me paré, compré unos churros rellenos y comencé a caminar hacia chedraui (me acordé del jabón, que se me acabó justo ayer). Noté que iba en una dirección diferente a la que quería y me regresé. Comencé nuevamente a caminar rumbo a Chedraui y ahora sí di con la dirección correcta. Entré a Chedraui, caminé por sus pasillos (para conocerlo, no conocía el de Orizaba), compré el jabón y me retiré.

Fui a algún lugar donde rentan internet en Córdoba y acordé con el Peludito que me pasara a buscar para alguna fiesta.

La Fiesta

La fiesta estuvo simpática, en algún momento noté que llegó un señor algo equivocado, miraba a una que otra chica con una lujuria indecible, pese a que les llevaba como 10 ó 15 años, pero era ridículamente lujuriosa su mirada, en algún momento una de las chicas a las que veía, hizo algún paso de baile más provocativo y el vato hizo "sonrisa de depravado" (mientras asentía).

Yo acudí más que nada porque pensé que sería en Córdoba o cuando menos nos iríamos temprano, y yo creo que de no ser por el peludito nos hubiéramos ido dos horas antes de lo que nos fuimos. Yo tenía que despertarme a las 7 para ir por mi cartilla.

TODOS SOMOS CÓRDOBA
Me desperté a las 9 (sí oí el despertador a las 7, de hecho me desperté y oí que el vato de la sala se despertó y acudió al baño, pero sin darme cuenta me dormí de nuevo) y me fui al ayuntamiento a hacer mi fila. Tras hora y media de espera estaba yo saliendo de la fila con mi cartilla en la mochila. Con el corazón alegre de haber hecho mi servicio en Córdoba, pues no hubo sorteo y a todos nos liberaron por defecto. ¿Dónde más? Así TODOS SOMOS CÓRDOBA :).