Mi vida errante

cha cháaaan

domingo, agosto 13, 2006

Oportunidad

Entró el ciudadano a una habitación para laborar, bajo la promesa de no demorar mucho. Afuera la fiesta seguiría, pero era un compromiso el que aquél se había hecho. Entró y comenzó sus labores. Poco después entró ella. ¿Qué la habría movido? Él nunca lo supo; probablemente ella tampoco.
Era un hecho que el ciudadano sentía atracción por ella y que aquella era la ocasión casi perfecta y que probablemente jamás se repetiría. Ahora se encontraba un poco distraído y nervioso; quizá tardaría más de lo prometido. ¿Un beso? No era posible, incluso con todas las ganas que el ciudadano sentía, motivadas por la atracción hacia la chica. Se sentía tentado. No supo si esquivaba la tentación por fidelidad, por lealtad o para que no fuera a ser tomado como un idiota. Tardó un poco más en realizar sus labores que en una situación normal, debido a los nervios, sin embargo acabó y salieron ambos del estudio. Él se sintió aliviado por un lado y quizá melancólico por otro: quizá nunca volvería a tener una oportunidad igual. La celebración siguió. A los pocos días el ciudadano desapareció sin dejar rastro.

notas:

Originalmente desaparecía la chica, mas sería algo soso y esperado a mi gusto. El hecho de que sea el ciudadano quien desaparece siento que provoca cierto desorden. Desaparece por lo que usted quiera, el destino lo ha movido del lugar simplemente. Agregar la razón encasillaría (originalmente pensé ponerla, pero cerraba la historia, guerra civil, se enlistó en el ejército; cualquier cosa hacía que la historia perdiera algo).

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1 Comments:

  • At 13/8/06 9:35 p.m., Blogger Pac Morshoil said…

    Tienes un no sé qué de Kafka que me da mucha envidia... :D

    Ahora no tengo tiempo para checar todos los nuevos posts, pero lo haré pronto, pronto (mañana o pasado)

    Saludos.

     

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