Ayer Borges
Mucho tiempo ha pasado también desde que leí el último cuento que leí. Mi último encuentro con la literatura había sido hace como tres semanas, el af0rtunado fue el libro "Ficciones" que me prestó mi hermano. Libro de cuentos de Borges. Leí aquel día "Orbis Tertius...". Me aburrió. Ayer leí "La Biblioteca de Babel". Me gustó. Está perro.
En lo que escribía este creo haber presenciado a alguien convulsionándose. No sé, igual y tiene epilepsia. Mientras escribía alguien gritó "Ayuda, ayuda" y los ignoré originalmente. Estaba de espaldas y oí que alguien se había caído. Digo, pasa que la gente aquí luego es payasa y grita sólo porque sí. Aquello de Pedrito y el lobo, uno no puede saberlo. La verdad cuando brindé lo que pude de ayuda (di un lapicero para que no se mordiera la lengua la persona), y pensé en salir a ver si lograba algo, me dio algo de risa, no por mierda, sino porque no podía hacer nada y otras cinco personas tampoco podían y seguían ahí sólo viendo. Creo que alguien le habló a la ambulancia. La señora de las copias sí ayudó. Debo admitir que yo no sirvo para eso. No hice más que prestar mi lapicero, que para acabarla de chingar, ni mío era. Creo que era de Daian. No sé por qué lo tenía yo. Recuerdo que me lo prestó para la clase de Redes. Se lo robé sin querer. Se lo repodré el lunes que la vea. Tengo varios lapiceros azules, pues el día que compré una cajita de varios lapiceros, la mayoría eran azules. No me gusta escribir con lapicero azul.
Alguien aquí al lado anda hablando de ataques epilépticos y convulsiones. Qué raro. Digo, hablan seriamente.
FIN
En lo que escribía este creo haber presenciado a alguien convulsionándose. No sé, igual y tiene epilepsia. Mientras escribía alguien gritó "Ayuda, ayuda" y los ignoré originalmente. Estaba de espaldas y oí que alguien se había caído. Digo, pasa que la gente aquí luego es payasa y grita sólo porque sí. Aquello de Pedrito y el lobo, uno no puede saberlo. La verdad cuando brindé lo que pude de ayuda (di un lapicero para que no se mordiera la lengua la persona), y pensé en salir a ver si lograba algo, me dio algo de risa, no por mierda, sino porque no podía hacer nada y otras cinco personas tampoco podían y seguían ahí sólo viendo. Creo que alguien le habló a la ambulancia. La señora de las copias sí ayudó. Debo admitir que yo no sirvo para eso. No hice más que prestar mi lapicero, que para acabarla de chingar, ni mío era. Creo que era de Daian. No sé por qué lo tenía yo. Recuerdo que me lo prestó para la clase de Redes. Se lo robé sin querer. Se lo repodré el lunes que la vea. Tengo varios lapiceros azules, pues el día que compré una cajita de varios lapiceros, la mayoría eran azules. No me gusta escribir con lapicero azul.
Alguien aquí al lado anda hablando de ataques epilépticos y convulsiones. Qué raro. Digo, hablan seriamente.
FIN