De Refranes

No conoces a Manuel hasta que vives con él.

Sinceramente no creo que sea peor que vivir con el muchacho que viví el semestre que acaba de terminar. No diré su nombre, sólo puedo decir que éste comienza con S y termina con er*io.
He hablado de él en varias ocasiones. Es cochino, tonto, flojo y desordenado. Lo desordenado se lo paso por alto en la sala, pero no en la cocina. Como he dicho antes, no sé cómo diablos tiene novia.
La realidad es que, después de vivir con él he visto que soy un buen partido. Sí, soy desordenado, pero en mi recámara y ya. Creo que si yo fuera padre de familia no me gustaría que mi hija anduviera con un vato así.

Rodrigo y la Fábrica de Queso (o Ser*io Usca**a y su Fábrica de Queso)

El miércoles al llegar a mi casa decidí que vaciaría el refrigerador, estaba lleno de madres que el buen Ser*io no consumió. No sé, igual y el vato aspira a tener una fábrica de queso. Saqué 6 litros de leche "aquesada", y entre esos 6 litros ya más bien eran queso rancio, es decir, ya habían pasado de leche podrida a queso y de queso a queso rancio. El grado en que la leche se separa completamente y arriba hay una capa de agua amarillenta y abajo queso. Eso es desagradable. Decidí tener el acomedimiento con los señores de vaciar el refri de los artículos podridos de Ser*io.
Tiré la leche al inodoro. Sí, al inodoro porque, de tirarla por la coladera de la cocina no se habría ido toda o hubiera tardado. Finalmente terminé con la fábrica de queso. 6 Litros de leche, un botecito de crema y dos bolsas de queso. Todo rancio. No creo que eso sea normal.
(si alguien no entendió el Título, se pretende hacer Referencia a "Charlie y la Fábrica de Chocolate", que en otro tiempo fue "Willy Wonka y su Fábrica de Chocolate")

Vaciando el Refrigerador

Como dije, el refrigerador estaba lleno de madres. Saqué las cosas podridas. Lo que saqué:

Una bolsa de tortillas podridas (con moho y todo, quizá era pan árabe).
La Fábrica de Queso.
Un par de tamales podridos, también con moho, pero más que las tortillas. Moho negro.
Un jugo de toronja podrido (es ahí donde he pensado que realmente sí se usa extracto de toronja en Jumex, el jugo "podrido" tenía dos como membranas flotando, lo que invita a pensar que se concentró la parte natural del jugo).
Cuatro toronjas podridas (también con moho y todo en la cáscara).
Una salsa para micheladas.
Un paquete de salchichas podridas (este paquete era de Jonathan, pero fue sólo esto y se le perdona, algún día me dijo que me las comiera).
Jonathan dejó un pan podrido, se le perdona porque era pan.

Admito que abrí un litro de leche de Ser*io. La realidad es que ni él va a venir ni me importa si viene a reclamarme ese litro de leche, si lo hace, puedo reclamarle que comprara margarina sin sal, que así no me gusta. Ja.
Irónicamente, cuando me dispuse a cenar me serví mi vaso con leche, la parte medio rancia era de un resto de litro que dejé el viernes. No estaba rancio, pero no estaba agradable. Era menos de medio vaso. Tuve que tirarlo.

Las Últimas de Ser*io

Es bastante chistoso que, cuando el vato se fue de aquí y yo llegué de Veracruz (hace como 2 semanas) encontré cerrado, y hoy que llegué volví a encontrar cerrado. Tuve que brincarme el muro en ambas ocasiones. El muchacho vino a la graduación de su novia. Debe haber estado sólo un día y fue suficiente para joderme lo suficiente:

- Me dejó afuera, tuve que brincarme el muro.
- Dejó el bote de basura del baño hecho un asco.
- (como ya mencioné) Tapó el inodoro.

Sucio, cochino, desordenado, flojo, tonto

Quizá sea feo que lo juzgue así, finalmente el muchacho no es mala persona cuando uno lo trata, pero es de la chingada vivir con él. En palabras de un amigo, "es de la verguísima".
Sucio: quizá yo no soy un ejemplo de pulcritud. Es más, no está en duda, NO SOY UN EJEMPLO DE PULCRITUD. Sin embargo, si en mi cuarto acaso llega a haber basura es basura "de oficina", algunas hojas inservibles y ya. Nada de alimentos o envolturas de éstos. Creo que ya quien vea se imaginará, y no yerra. Varias veces me tocó subir y encontrar latas de coca en el piso a medio terminar, o bolsas de frituras vacías en la mesa para comer. O platos sucios, o vasos con restos de leche al grado de pudrirse. Lo más raro es lo de los platos. A veces uno piensa que en algún momento a la gente, por no sentirse incómoda, tomará el ejemplo de los demás, esta aseveración no es del todo cierta, o al menos no aplica para "el inquilino". Jonathan y yo lavábamos nuestros platos. Él era el único que no lo hacía, es más, agarraba los que lavábamos nosotros. Dejamos de hacerlo porque era de la chingada andar lavando platos para "el señorito".
Cochino: es increíble cómo dejaba el bote de basura, realmente increíble. El bote del baño debe tener un diámetro de unos 30 centímetros, de alguna manera no siempre atinaba a meter los papeles en el bote. No me lo explico. Y así fue ahora que llegué. Papeles en el piso, y en un sólo día. Súmesele que, aunque la cocina apestara a basura (y es que yo me harté de sacarla, pues no soy el criado del vato) no era para sacarla, ni porque iba su novia. A mí me daría pena.
Desordenado: la verdad comprendo que tuviera su ropa tirada en la sala, era como su recámara. Pero la cocina. O tener el refrigerador tan desordenado como lo tenía es absurdo, ni por acomedimiento era capaz de ordenarlo. Una vez lo hizo porque de plano le dije, y otra vez lo ordené yo.
Flojo: creo que nada le costaba destapar el baño. Si tenía un don para taparlo (lo tapó tres o cuatro veces en 3 ó 2 meses, contando la de hace dos días), ya debería haber desarrollado una habilidad para destaparlo, una buena maña. Flojo porque, igual que por la parte de cochino, no sé si ni porque llegaba su novia a la casa era capaz de destaparlo. En una ocasión el baño estuvo tapado tres días (nosotros dos decidimos no usarlo y usar los de la escuela, total, salíamos de la casa temprano y regresábamos en la noche). TRES días, realmente absurdo, yo de hecho subía sólo a ver si ya había tenido la decencia de destaparlo. Jonathan tiene la teoría de que no fue él, sino que "la gravedad hizo su trabajo". En la flojera también entraría lo de los platos y el desorden del refrigerador.
Tonto: he vivido con cinco personas diferentes en lo que he estado en Córdoba. NINGUNO cometía la pendejada que voy a describir, y con ninguno tuve que brincarme el muro tantas veces como lo hice mientras ese prángana habitó aquí. Me lo brinqué una o quizá dos veces mientras viví con Paco. Él estaba adentro de la casa. Me lo brinqué una, quizá dos veces mientras viví sólo con Jonathan, se había quedado dormido. Mientras viví con Edgar no tuve que brincármelo jamás. Con este tarado vato me lo tuve que brincar, al menos 20 veces. Y no lo tacharía de estúpido si él hubiera estado adentro en todas las ocasiones en que me lo brinqué. Lo tacho de estúpido porque en la mayoría de las ocasiones era porque el idiota muchacho dejaba cerrado e incluso él tendría que brincarse el muro en caso de llegar primero, y muchas veces lo hizo, rodrigojete no salía a cerrar, como indio orgulloso "si yo me lo brinqué, que se lo brinque él", en otras ocasiones no tenía que brincárselo; yo cerraba por fuera para que el otro vato no tuviera que brincarse el muro. Generalmente no tenía el acomedimiento los fines de semana, o cuando sabía que no estaba Jonathan.

Repito que si "no conozco a Manuel hasta vivir con él", no creo que sea peor que vivir con Ser*io Usca**a. Lo único que le agradecería es que luego me daba el ride los miércoles. Y es un hecho que yo he de ser mejor partido para cualquiera que esa madre.