Mi vida errante

cha cháaaan

martes, abril 11, 2006

El Viaje

Viajé. Estoy en Villahermosa. Llegué ayer. Mi itinerario fue el siguiente:
Córdoba-Veracruz-Villahermosa.
El domingo en la mañana me fui a Veracruz. El domingo en la noche viajé a Villahermosa.

Llegué a la terminal en Veracruz y, al formarme para subir al autobús, vi a una gorda inmensa, impresionante, parecía un refrigerador. Tenía fácilmente el ancho de la televisión de 26 pulgadas de mi casa. La vi y pensé "Qué asco de Gorda. Pobrecita. Ojalá no me toque junto a ella". No sé si fue que Dios me castigó, la vida me cobró el pensamiento, el karma, lo que sea. Me tocó junto a la gorda. Me sentía yo como sentado en el asiento trasero de un vocho. Estaba incómodo. No se podía bajar el descansabrazos y, una cosa que no he contado: creo que le toqué la nalga cuando tomé mi cinturón de seguridad; sentí pena y desagrado. La gorda estaba pegada a mí. No porque yo le agradara, sino porque no cabía en su asiento. Invadía parte del mío. Cuando tosía (la gorda) yo sentía cuando se movía debido a que su pierna estaba pegada a la mía. Fue algo feo. Noté que los asientos de hasta atrás estaban desocupados y esperé con fe que nadie los ocupara para que yo pudiera cambiarme de lugar. Así fue. Es cierto que los asientos traseros son horribles. Yo lo imaginaba, pero no me habìa tocado. De no ser porque los dos estaban vacíos, hubiera viajado incómodo, no tanto como con la gorda, pero incómodo. Me acosté en los dos, pues no cabía sentado en uno, el espacio con los de adelante es pequeño; es ahí donde uno se da cuenta de que los camiones son modificados en la empresa. Dudo inmensamente que Volvo haga un camión con asientos tan incómodos, tómese en cuenta que yo mido 1.75m, no imagino lo incómodo que viajaría un Alemán ahí. Dormí todo el camino. Estaba bastante cansado.

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